El pasado sábado, 4 de febrero «celebrábamos» el Día Mundial contra el Cáncer, un día en el que se quiere concienciar al ciudadano sobre el problema de la enfermedad por antonomasia de éste nuestro siglo. Y si el pasado año, la campaña se dirigía en torno a las necesidades de los enfermos y familiares en aras a su atención, dificultades y a la falta de compañía de más de 30.000 enfermos españoles por diferentes situaciones personales; este año, la Asociación Española contra el Cáncer ha querido hacer hincapié en la prevención temprana para niños y adolescentes.

Dentro de lo difícil que puede ser «adelantarse» al cáncer, bien es cierto que unos hábitos saludables podrían -según estudios aportados por la asociación- reducir más del 40% de los tumores, sobremanera si estos hábitos se practican desde la infancia.

¿Quién no conoce a alguien que está pasando o pasó por el trago de esta enfermedad? Muchos de los que estén leyendo estas líneas lo habrán vivido en primera persona, otros lo habrán hecho por cercanía, pero los que en estos momentos están en primera línea de batalla saben que en muchos casos -no en todos, obviamente- una prevención es básica para que en el futuro las cifras no sigan aumentando. Si inculcamos a los niños desde pequeños los riesgos del tabaco, del sedentarismo, así como la necesidad de una alimentación adecuada que evite un sobrepeso; probablemente estemos dándoles lecciones de vida.

La delegación cacereña de la AECC, haciéndose eco del mensaje de este año, quiso dar ejemplo, repartiendo manzanas por el centro de nuestra ciudad; y durante los dos próximos meses realizarán diferentes actividades de concienciación sobre la importancia de la prevención desde la infancia. Así, ‘Disfruta en familia’, será uno de los programas que se llevarán a cabo en los colegios de nuestra ciudad.

Es de extrema importancia que se realice esta concienciación entre jóvenes y adultos, cada vez más, pues se diagnostican alrededor de 4700 casos en Extremadura al año y lo que nos gustaría celebrar cada Día Mundial contra el cáncer es -con una manzana en la mano- que las cifras descienden.