Las máquinas han movido estos días grandes cantidades de arena para sofocar los incendios de La Labradora --única escombrera legal de la ciudad--, que se mantienen activos semana tras semana bajo los residuos y restos de obras, causando graves molestias a buena parte de Cáceres debido al humo y los olores. Varios ciudadanos iniciaron incluso una recogida de firmas hace varios días para interponer una denuncia. No obstante, los técnicos municipales se han puesto a trabajar con la empresa responsable de la escombrera, Santano, para atajar de una vez este problema que se repite hace años.

El concejal de Mantenimiento y Obras, Joaquín Rumbo, ha supervisado los trabajos y confía en que los vertidos de arena hayan agotado todo el oxígeno para sofocar el fuego por completo. "El problema radica en que los incendios resisten día tras día a mucha profundidad, esperamos que el último no se reavive. Además, hablamos de una zona próxima a una cañada real, que limita el movimiento de tierras", explicó ayer a este diario.

De hecho, el 24 de septiembre los bomberos descargaron 28.000 litros sobre un fuego que llevaba un mes activo bajo los escombros despidiendo continuos olores, pero no sirvió de nada porque el agua no es la solución en estos casos. El humo constante quedó suspendido todo el día sobre la ciudad y avivó las quejas en barriadas como Los Fratres, Nuevo Cáceres, Castellanos o Cabezarrubia, las más afectadas.

BUSCAN METALES En cualquier caso, Rumbo anunció que, tras la operación de extinción, la Labradora mantendrá una vigilancia continuada las veinticuatro horas del día para detectar cualquier incendio y actuar lo antes posible. Según el concejal, lo más probable es los provoquen los chatarreros que acuden habitualmente a la Labradora. "Creemos que queman allí mismo los cables para sacar el cobre, de ahí los fuegos que se meten entre los escombros y no hay forma de apagarlos". El edil afirma que se trata de unas 15 familias que viven a diario de estas prácticas, por lo que no se les prohibirá el acceso, "pero ya les hemos advertido que no pueden realizar ni una sola hoguera", recalcó.

Mientras tanto, el colectivo ciudadano tiene previsto continuar con la recogida de firmas para presentar una denuncia ante la Policía Local, a fin de que no vuelvan a ocurrir estos hechos. De todos modos, Rumbo estima que la Labradora finalizará su actividad en menos de un año, ya que por entonces se habrá cubierto el gran desnivel que provocó la cantera. "El terreno se sellará y se convertirá en un parque junto al Cerro de los Pinos", recordó. De momento continúa la búsqueda de otra ubicación para la escombrera.