El cadáver de D. A. F. G., de 27 años, fue hallado ayer junto a las vías del tren, a unos cinco kilómetros de la estación en dirección a Mérida. La Guardia Civil abrió una investigación para esclarecer las causas de la muerte, ya que ayer, aunque todo apuntaba a que el hombre fue arrollado por uno de los ferrocarriles, no se halló signo externo del accidente en ninguno de los trenes que habían circulado por dicha vía en las horas previas al que dio la voz de alerta, según informaron a este diario fuentes de la Guardia Civil y de la empresa Adif, responsable de la infraestructura ferroviaria.

El maquinista del ferrocarril regional que cubre la línea Mérida-Cáceres, con hora de entrada a las 10.10 en la estación cacereña, avisó de la presencia del cuerpo en el margen derecho de la vía a las diez de la mañana.

El cadáver presentaba únicamente un fuerte golpe en la cabeza. El juez del juzgado de instrucción número 6, que estaba ayer en funciones de guardia, ordenó el levantamiento del cadáver a la una menos diez del mediodía. La dificultad de acceso en vehículo que presentaba la zona complicó el traslado del féretro.

El suceso tuvo lugar en el punto kilométrico 60,550, en un paraje conocido como la Herradura por la forma que adopta el trazado de la vía y que se encuentra en las inmediaciones de la ermita de Santa Lucía.

PASAJEROS EN AUTOBUS El tráfico ferroviario se vio interrumpido durante tres horas en ambos sentidos afectando a dos trenes regionales que cubrían la línea Cáceres-Mérida, según informó Renfe a este diario.

Ante tal circunstancia, Renfe tuvo que habilitar autobuses para que los viajeros de los dos trenes suspendidos, 16 pasajeros en total, pudieran realizar el recorrido entre ambas ciudades por carretera. Tras el levantamiento del cadáver se restableció el servicio con normalidad.

Además, el tren con destino a Cáceres desde el que se descubrió el cadáver sufrió un ligero retraso porque se vio obligado a detener la marcha por el suceso, aunque fue autorizado a completar el viaje hasta la estación.

El fallecido, que era vecino de Aldea Moret y será enterrado hoy en la localidad de Aliseda, había intentado arrojarse a la vía del tren en ocasiones anteriores, según fuentes policiales.