Nada más llegar a la Casa Blanca, la señora Obama ha decidido plantar 55 variedades de vegetales ecológicos en una parcelita de 100 metros cuadrados situada en la parte trasera. Sin cámaras ni flashes, numerosos cacereños llevan años haciendo lo mismo en los huertos del Marco que promueve la Universidad Popular. Pero además, cuando este sector apenas se conocía, algunos extremeños como Juan Serna ya practicaban agricultura ecológica hace dos décadas con venta directa en La Vaguada madrileña. Hoy día, medio centenar de empresas de la comunidad se dedican a la obtención de alimentos de una forma sana, sin componentes químicos, y apenas notan la crisis: en el 2008 la superficie cultivada subió un 30%.

La feria cacereña Extrema-Bio será su primer escaparte regional. Y lo necesitan. Los alimentos ecológicos forman un sector de gran proyección, que comienza a despertar espoleado por la demanda creciente del consumidor. "La gente empieza a cansarse de esos tomates rojos y brillantes que son un auténtico fraude una vez que los abres, porque no saben a nada, o de esos filetes que ocupan toda la sartén y se reducen a la cuarta parte. Cuando pruebas un producto ecológico, la diferencia se nota mucho, no hay vuelta atrás", explica Juan Jesús Collado, presidente de la Asociación de Empresarios Ecológicos Extremeños (Emprecoex).

La región tuvo por tanto agricultores pioneros en estas prácticas. Después llegó el boom con las ayudas a la producción que estableció el reglamento europeo de 1991, y finalmente se ha alcanzado una situación más o menos normalizada, con medio centenar de empresas dedicadas a la producción, de ellas unas 20 también comercializadoras. En todo caso, los alimentos ecológicos aún tienen pendiente un gran desarrollo en Extremadura. "La mayoría de las empresas venden un 90% de sus productos fuera de España, a la UE y a países terceros como EE UU Y Japón", precisa Collado.

La región aglutina aproximadamente un 15% de la superficie nacional dedicada a estos cultivos, y se sitúa en el tercer lugar del ranking. La referencia es Andalucía, con un 60% del total. Los huertos extremeños se caracterizan por la elevada calidad de los alimentos ecológicos obtenidos. "Tienen muchos controles, un seguimiento continuo, una alta regulación e inspecciones en todo el proceso, desde la plantación a la transformación. El consumidor final puede contar con todas las garantías de que se lleva a la boca un producto sano, inocuo, sin químicos, con ese aroma y ese sabor antiguo", subraya el presidente de Emprecoex.

Precisamente, esta asociación se gestó hace cinco años por parte de las empresas extremeñas que acudían a la feria Biofach, en Nuremberg (Alemania), la más importante del ramo a nivel mundial. Ahora el colectivo pretende difundir las bondades de estos productos en la propia región y Cáceres será su gran expositor anual.