La marea azul inundó ayer el pabellón Multiusos en la clausura del curso de las escuelas deportivas municipales. Más de un millar de personas entre familiares y niños disfrutaron de la fiesta con la que el Instituto Municipal de Deportes quiso rendir homenaje a los más de 3.000 participantes que, entre los tres y 14 años, han aprendido en alguna de las 17 disciplinas que ofertaba el ayuntamiento.

"Lo importante es formar personas. La competición viene después. Que sea la cuarta pregunta que le hagan los padres a sus hijos cuando lleguen a casa", decía al finalizar el acto el concejal de Deportes, Manuel Lucas, que avanzó que para el próximo curso se incorporará el ciclismo al catálogo de las escuelas. "Este año ya hemos tenido deportes del mundo, pero queremos seguir ampliando", apuntó.

Con mucho calor en las gradas del Multiusos, durante el acto de clausura se mezclaron la algarabía de los jóvenes deportistas con el espectáculo lúdico que ofrecieron saltadores y payasos. En el auditorio, que cubrió casi por completo uno de los graderíos laterales del pabellón de la avenida de la Hispanidad, se dieron cita padres, abuelos y niños en una fiesta que sirvió para demostrar lo importante que es el aprendizaje del deporte para saber convivir con otros.

Este fue uno de los aspectos destacados por Lucas al remarcar como claves de estas escuelas "las relaciones personales, la socialización y el contacto con los demás". La jornada de convivencia, que se celebró por segundo año consecutivo en el Multiusos, concluyó con una foto de familia de los participantes que, enfundados en las camisetas azules del Instituto Municipal de Deportes, se citaron para el año que viene. El deporte, una vez más, hizo grandes a los más pequeños.