Coaching y psicoterapeuta, el uruguayo Mario Reyes lleva 40 años en España. Hoy viene a Cáceres a presentar ‘Las tres cosas que te quedan por hacer’, una fábula en la que demuestra que, si queremos, podemos cambiar el rumbo. La librería Nobel se convertirá en todo un taller de vida al que merece la pena acudir.

-La de hoy no será una presentación al uso...

-Hago dinámicas con el público para que en hora y media encuentren sentido a su vida. Un proyecto de vida se puede hacer, no importa el dinero ni la edad sino saber dónde quieres ir.

-¿Es, pues, un psicoanálisis?

-No, es una fábula, trabaja en el futuro no en el pasado. Séneca dijo: «A quien no sabe a qué puerto encaminarse, ningún viento le es propicio». La base del libro es encontrar el puerto. El gran déficit de la sociedad de hoy es que no nos han enseñado a soñar. Debemos saber qué pareja ideal queremos, qué familia, qué trabajo, y luchar para conseguirlo.

-Y esto lo cuenta en su libro...

-El personaje central es Germán, un clásico occidental, que ha ganado mucho dinero. Tiene un accidente y piensa en las tres cosas que le quedan por hacer: haber sido buen padre, buena pareja y haber creado una fundación de ayuda a los demás. Es lo que nos pasa un poco a todos los seres humanos, corremos en tener. Y gastamos el tiempo así, lo convertimos en una vida plana. Tenemos la vida de hace dos años y dentro de dos años nuestra vida seguirá siendo la misma si no la diseñamos.

-¿Y de verdad no hace falta dinero para eso, para diseñarla?

-No hace falta. Se trata de pensar cómo cambio mi vida, cómo actúo, cómo escucho más, no me quejo tanto. Pensar que si yo cambio, cambia todo. A los 30 años yo quería tener una empresa, el reconocmineto social, ganar dinero. Cuando lo tuve me di cuenta de que mi sentido de vida era otro porque me sentía vacío.

-¿Cómo ve España?

-Sin sentido. Llevo aquí hace 40 años y veo que ahora falta un proyecto de futuro, de escucha entre políticos, de unión para crear un proyecto común en temas fundamentales como la educación o la sanidad. Si tenemos una sola vida, el objetivo es que sea lo más sana y limpia posible. H