Los colectivos sociales respiran un poco mas tranquilos. Los convenios que se aprobaron en el consejo rector del Imas, ayer, garantizan los fondos que necesitan para continuar con su actividad en la ciudad, tras la incertidumbre de los casi cuatro meses de retraso acumulados. "Que podamos prestar este servicio depende de las ayudas", destaca María José Gutiérrez, trabajadora Social de Alzhei-Cáceres, uno de los colectivos con convenios con el ayuntamiento (en el caso de Alzhei dotado con 18.500 euros), cuyo retraso les ha obligado "a asumir los costes para mantener el servicio", dice. Con la ayuda del Imas contratan a dos auxiliares y una trabajadora social que se ocupan de atender a ocho enfermos en tareas de ayuda a domicilio.

Los convenios debían haber comenzado a tramitarse en marzo, si se hubiera aprobado en febrero, cuando se presentó, el Plan Estratégico de Subvenciones del Imas --marco al que se circunscriben--, que se quedó inicialmente sobre la mesa por falta de consenso y se aprobó al mes siguiente. "Es muy gratificante que se haya conseguido el acuerdo que nos permite continuar con nuestra labor social", señala Delfín Hernández, presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer en Cáceres. El convenio de este colectivo (dotado con 8.000 euros) está destinado a la ayuda a domicilio de personas que precisan cuidados paliativos. "No podemos detener la ayuda a personas en esta situación, por lo que si no llegan las ayudas lo asumimos nosotros", defiende.

Los convenios más abultados son los que se han renovado con Cáritas Diocesana y la Fundación Secretariado Gitano. En el caso de Cáritas, son 47.000 euros destinados al mantenimiento del Centro Vida, el dentro de atención a personas si hogar y transeúntes "abierto las 24 horas del día los 365 días del año y con capacidad para 16 personas", como destaca José Manuel López, director de Cáritas Diocesana.

En el caso del Secretariado Gitano, el montante total de las ayudas es de 66.000 euros, en dos proyectos. Uno de ellos está destinado a la inserción sociolaboral de personas de etnia gitana, a través de un centro ubicado en Aldea Moret; y el segundo persigue prevenir y reducir el absentismo escolar, a través del trabajo de una mediadora que se contrata con esta ayuda y que conciencia a las familias de la importancia de la educación. "El año pasado conseguimos 27 inserciones laborales y el absentismo escolar se está reduciendo", señala la coordinadora en Cáceres, Inmaculada Márquez, sobre los resultados de este convenio, cuyo retraso este año "afecta anímicamente porque --subraya-- confiábamos en que salieran adelante".

El plan de ayudas de este año incluye algunos convenios nuevos, como el suscrito con Alcer para ofrecer ayuda a domicilio a enfermos en programa de diálisis, o el que suscribirán con cuatro colectivos de discapacitados. "Hacía mucho tiempo que estaban pidiendo que en lugar de becas se hicieran contratos laborales", dijo Marcelina Elviro sobre los cuatro puestos de trabajo como conserje que se crearán en las dependencias del Imas hasta diciembre.