La provincia cacereña registró el año pasado más de 4.400 enfermos de cáncer y todos recibieron tratamiento, según explica Delfín Hernández, presidente de la Asociación de Lucha contra el Cáncer en Cáceres. Esta organización tiene como objetivo prioritario la atención integral al paciente y para ello "desarrolla programas de prevención y apoyo al enfermo durante la fase de tratamiento, hasta situaciones terminales", dice Hernández.

En el 2004, el equipo de voluntariado realizó más de ocho programas para intentar vencer la enfermedad. Uno de los más importantes fue la prevención de tabaquismo en el ámbito familiar, con el objetivo de reducir el consumo de tabaco entre los jóvenes y retrasar la edad de inicio. La actividad se desarrolló mediante charlas coloquio impartidas por un neumólogo y una psicóloga. En el 2005, la asociación seguirá con esta tarea en 24 colegios de la provincia, con un programa de concienciación sobre la nocividad del tabaco.

El apoyo psicológico a enfermos y familiares es otra de las actividades del voluntariado. El pasado año, fueron atendidos 125 pacientes y 140 familiares a lo largo de más de 400 sesiones. Se trata de una terapia que posibilita la percepción de control de situaciones como la realización de pruebas médicas, la hospitalización y los tratamientos.

El voluntariado de hospitales colaboró con más de 470 pacientes oncológicos y sus familiares para ayudarles a aceptar la enfermedad y hacer más llevadera la estancia en el hospital.

La asociación cuenta con un alojamiento en el monte del Casar, donde acogen a enfermos y familiares de pueblos alejados de la ciudad. "Pero queríamos conseguir un piso tutelado en Cáceres y, a partir de septiembre, podremos contar con él", confirma el presidente. Se trata, dijo, "de una vivienda tipo b en la avenida Isabel Moztezuma que habitarán dos familias".

´VIVIR COMO ANTES´ La asociación también desarrolla el programa denominado Vivir como antes , en el que 78 mujeres fueron atendidas en más de 170 sesiones por el plan de apoyo a mujeres diagnosticadas de mama. En él se ayuda a afrontar la enfermedad y los problemas que surgen después de la operación, como el daño en la autoestima, el aislamiento y la imagen corporal. Todo ello con intervención psicológica individual y en grupo, actividades de ocio y tiempo libre, y testimonios de mujeres que han superado la enfermedad y acuden a los hospitales a visitar a las recién operadas.

El 8 de julio de 1998 se acordó el programa de cuidados paliativos entre el Insalud y la asociación, y en enero de 2004 se firmó el convenio con el SES, que presta su ayuda con un equipo médico. El programa tiene como principales objetivos la atención integral y coordinada a pacientes oncológicos terminales en su domicilio, para evitar los ingresos hospitalarios y facilitar el control de los síntomas. En total, 142 pacientes fueron atendidos por un médico y una enfermera en más de 460 visitas, y 119 familiares fueron valorados por una psicóloga en 332 visitas.

El colectivo recorrió 18.000 kilómetros en el 2004 y 4.576 en lo que va de año, visitando a 74 enfermos paliativos. "Es un trabajo duro, pero nos recompensa si conseguimos aliviar el sufrimiento y en algunos casos salvar vidas", dice Hernández.

Por último, el servicio de ayuda a domicilio para enfermos terminales presta su apoyo emocional y rehabilitador a los pacientes que se encuentran en esta fase. Mejorar su calidad de vida y prevenir las situaciones de necesidad y deterioro personal, son los principales objetivos de este programa. Además de prestar ayudas de carácter doméstico en cuestiones de alimentación, ropa, limpieza del hogar, higiene personal y teleasistencia.

La asociación recibe subvenciones por parte de entidades, instituciones y ciudadanos. Pero todavía el camino por recorrer es largo pues, según Hernández, "por falta de recursos y profesionales no podemos poner en marcha los nuevos proyectos".