Los vecinos del poblado minero llevan más de medio mes sin agua. Hoy se cumplen 16 días desde que Acciona cortó el suministro y la situación es cada vez más insostenible. En el barrio habitan tanto adultos como personas mayores, las cuales necesitan todavía una mayor atención. No obstante, los residentes mantendrán hoy un encuentro para posicionarse acerca del preacuerdo redactado el pasado martes.

De momento, siguen sin agua y sufriendo las consecuencias. Es el caso de Maribel Holguín, que vive con su madre y su tía, mujeres de avanzada edad. "Cuido de ellas, pero tienen que ir al baño frecuentemente y necesitan agua caliente para ducharse porque hace frío", añade Holguín, que asegura que "no podemos vivir con pensiones pagando casi 2.000 euros de luz y sin agua".

Su marido, Francisco Luis López, presidente de la asociación de vecinos Unión Española de Explosivos, desvela que el día a día esta cargado de "molestias continuas" y que, en ocasiones, no tiene tiempo ni para ir a por agua. "A veces voy a la fuente pública y sino echo las garrafas en el coche y las relleno en mi tienda", desvela, a la par que confirma que lo peor es ver como su suegra "vive resignada para no molestarnos a nosotros".

Beben de la fuente

Los residentes continúan yendo a por agua a la fuente del parque contiguo y, los que pueden, se duchan y lavan la ropa en casas de familiares. Bien lo sabe Miguel Trejo, otro de los residentes de la zona. Su hermana, María Trejo, lleva 81 años viviendo en la misma casa donde nació. Toda su vida. "Yo viví aquí de 1938 a 1961 y de 1991 hasta ahora", desvela él, que guarda decenas de garrafas de cinco litros en su patio trasero y se queja de que "no pueden ni lavar la ropa, ni ducharse, ni si quiera beber". Hace pocos días se construyó su propio depósito que tiene colocado en el tejado, conectado a una manguera para ir rellenando las botellas.

Antonio Montes pretende seguir luchando por sus intereses pero no cierra la puerta a la firma del contrato. "Al final, si la gente está cansada tendremos que entrar por el aro, yo lo entiendo, no podemos seguir así. Por mí aguantaba más pero hay familias con niños y personas mayores que están sufriendo. Mi miedo es que firmemos y vuelvan a dejar a este barrio en el olvido".