La estafa por la clonación de tarjetas de crédito, la mayor que se ha detectado en entidades financieras de Cáceres durante los últimos años, afecta ya a más de 70 cacereños, con pérdidas económicas que van en su mayoría de los 900 a los 1.800 euros. Todo apunta a que los presuntos autores de estos hechos pertenecen a un grupo de delincuentes extranjeros organizados que, sólo durante el pasado fin de semana, se habrían apropiado de más de 70.000 euros.

Según confirmaron fuentes policiales, a última hora de la mañana de ayer las denuncias interpuestas en la comisaría superaban las 70, aunque no se descarta que en las próximas horas puedan presentarse más. El grupo de investigación del Módulo Integral Policial (MIP) de Cáceres es el encargado del caso y trabaja en colaboración con comisarías de otras ciudades españolas, puesto que la banda también podría haber actuado en otras localidades. Las diligencias ya están en el juzgado.

Fue en torno al pasado 21 de enero cuando los ladrones colocaron los sistemas tecnológicos necesarios para perpetrar la estafa, que cometieron durante el pasado fin de semana. Escogieron como blanco los cajeros automáticos del Banco Santander Central Hispano (de avenida de España) y de Ibercaja (avenida de Alemania), aunque no se descarta que alguna otra entidad haya sufrido este ataque.

Dos han sido, fundamentalmente, los modus operandi utilizados para perpetrar la estafa: la colocación de microcámaras y la sustitución de la banda magnética de la puerta del cajero. En todos los casos se usó un sistema de avanzada tecnología.

EN LEGANES La investigación maneja la tesis de que en el Banco Santander Central Hispano los ladrones colocaron una pegatina en el cajero en la que se podía leer algo así como Utilice nuestro medio de pago . Todo apunta a que en una de las letras de esta frase se instaló una microcámara del tamaño de la corona de un reloj. Con ella grababan el tipo de tarjeta del usuario y el número secreto.

Con esta fórmula se estafó a 30 clientes de las oficinas del Santander de Cánovas, pero también a clientes ajenos a este banco que usaron su cajero (acepta la 4B). Por eso hay afectados de Coria, Montehermoso, Trujillo o Villanueva de la Serena.

Tras clonar las tarjetas, la banda empezó a actuar entre el 4 y el 6 de febrero. Los ladrones operaron en Leganés, en los cajeros del BBVA, Caja Madrid y La Caixa, ya que en otros bancos el sistema de seguridad se lo impidió. Sacaron una media, por persona, de 1.800 euros.

Según ha podido conocer EL PERIODICO, el dinero se sacaba en varias partidas y hay algunos casos, al menos en el Santander, de cuentas que han quedado al descubierto. Jesús Javier Vicario de Sande, director de la oficina de esta entidad de la avenida de España, explicó ayer que todos sus clientes recibirán el dinero, puesto que el banco tiene suscrito un seguro que cubre este tipo de incidencias. Basta con presentar una copia de la denuncia y rellenar un escrito.

Otra de las oficinas afectadas ha sido la de Ibercaja. En ese caso, los ladrones cambiaron el cajetín de la banda magnética por el que se pasa la tarjeta para poder abrir la puerta del cajero. Las puertas no se abrieron, pero el cajetín falso copió sus plásticos. Aunque los ladrones no lograron el número secreto sí obtuvieron una copia de la tarjeta: no podían sacar dinero pero sí efectuar compras, en muchos casos por valor de 900 euros.