Pocos grupos tienen el ánimo, la ilusión y el empeño del nuevo coro creado por el hogar de la tercera edad Cervantes, que tan pronto interpreta a Mozart como una canción de la tradición italiana. Una veintena de mayores entregados a la causa constituyen este nuevo colectivo, que pretende transmitir la cultura musical popular y utilizarla al mismo tiempo como terapia. Y debe funcionar, porque los participantes acuden puntuales a los ensayos tres veces por semana, y las faltas de asistencia ni siquiera existen.

El trabajo del coro es serio, concienzudo y exigente, a semejanza de su director, Eduardo García, profesor de Lengua y Literatura y amante de la música durante toda su trayectoria. El grupo canta a tres y dos voces, incluso solos, y ofrece tres repertorios: la misa de Angelis en latín con motetes; canción folclórica de Extremadura, de otras regiones y de varios países (Italia, Grecia, Francia...); y en tercer lugar los villancicos, tanto clásicos (Hendel, Mozart, cancionero de Upsala...) como populares.

El coro se constituyó en febrero de este año y, tras varios meses de ensayos sin tregua, ha ofrecido su primer maratón de actuaciones esta Navidad en distintos recintos: concatedral de Santa María, iglesia de Fátima, Residencia de Válidos Cervantes, Residencia Asistida y Hermanitas de los Pobres, además de la Feval de Don Benito, donde celebraron su primer concierto. "Son muy buenos alumnos, atentos y responsables", confiesa el director. Por cierto que el coro aún tiene la puerta abierta a nuevos miembros.