Los mayores de la ciudad ocuparon ayer por primera vez los escaños del salón del pleno del ayuntamiento desde los que elevaron al Gobierno de Carmen Heras medio centenar de demandas para mejorar la vida de este sector de la población, principalmente referidas a la construcción de más residencias para la tercera edad, la dotación de urinarios públicos y transporte urbano gratuito.

También solicitaron mayor presencia policial en la calle y la mejora de los acerados por el peligro que supone para los ancianos, se interesaron por El Corte Inglés y expresaron su preocupación por la calidad del agua.

CRITICAS A LA ALCALDESA Era el primer Pleno del Mayor, organizado por la concejalía de Participación Social y Ciudadana dentro de las actividades del mes dedicado a este colectivo. Se pretendía que fuera un foro simbólico de participación de los mayores cacereños donde se oyeran "sus palabras", según les manifestó la alcaldesa, Carmen Heras, en su bienvenida al salón. Esta les pidió que hablaran "con libertad" y les prometió que con sus propuestas se hará un plan de trabajo para la tercera edad.

Durante dos horas, dos representantes de quince asociaciones de pensionistas y la tercera edad en general hicieron las veces de concejales. Otro medio centenar de mayores ocuparon los asientos destinados habitualmente para el público. La alcaldesa, Carmen Heras, presidió el pleno la primera hora, después traspasó poderes al primer teniente de alcalde, el concejal de Izquierda Unida Santiago Pavón.

El abandono del pleno por parte de la alcaldesa suscitó airadas críticas e incluso dos representantes de colectivos abandonaron sus escaños en señal de protesta. "¿Es más importante el otro acto que esto? La alcaldesa debería estar aquí sabiendo de antemano que tenía este pleno", manifestó Alfonso Pérez, de la asociación de La Mejostilla. Pavón les dio la razón.

Antes de su marcha, Heras tomó nota en persona de las peticiones de los representantes de los colectivos de Aldea Moret y el Aula de la Tercera Edad de la Universidad Popular. La alcaldesa se comprometió a hacer un >"repaso" a toda la ciudad con las sugerencias de los colectivos y afrontar poco a poco las actuaciones según su urgencia.

UN SENADO PARA ORIENTAR Tras su marcha, fue Santiago Pavón el que presidió el pleno, con la colaboración de la edil de Participación Social, Carmen Lillo. Santiago Pavón anunció que todas las propuestas se llevarán a la Junta de Gobierno para ser estudiadas más detenidamente y se comprometió a darles respuesta por escrito a cada una de ellas. Invitó a convertir la iniciativa del pleno en un Senado del Mayor, que sirviera para "examinar" y "orientar" a los políticos.

Aunque la sesión contaba con un orden del día de 5 puntos, este no se siguió. En el primero, en el que debían realizarse las peticiones de los colectivos, se mezclaron los ruegos y preguntas y las propuestas sobre las aportaciones que podían hacer cada las asociaciones a la ciudad. Sin embargo, estas no llegaron a debatirse como estaba previsto.

A la una de la tarde, los mayores abandonaron el pleno. Lo hicieron con el mar sabor de boca por el abandono de la alcaldesa. "No ha hecho bien", comentó Félix Rodríguez, de los Veteranos de las Fuerzas Armadas. Otros con la sensación de que las promesas se quedarán en saco roto porque, como apuntó Antonio Calvo, que asistió como público, "cuando llegue la hora de la verdad no se harán las cosas y esto no habrá servido de nada". Pero para algunos, como Antonio Machacón, del hogar de Cervantes, lo importante era que al menos "se nos ha escuchado".