TEtl alcalde de Cáceres, en sus declaraciones de fin de año, apelaba a la mayoría absoluta que le habían otorgado las urnas para continuar gobernando con normalidad nuestra ciudad, una cuestión que quedó dilucidada desde el mismo momento en que le garanticé la gobernabilidad por escrito, ante el pleno de la corporación local, con la única condición de que se gobernara dentro de la legalidad, de las normas democráticas y en interés de los ciudadanos.

Pero esto no ha sido así en la tramitación de la prórroga del servicio de recogida de residuos y limpieza de la ciudad; aquí, el alcalde, en lugar de reconocer su error al no renovar en plazo el contrato en vigor con el concesionario antes del treinta y uno de diciembre pasado, dicta, ya en enero, una resolución de la alcaldía como mínimo irregular y de espaldas al pleno.

Pero nuestro alcalde, que ya lleva muchos años en esto, no duda en pedir a la oposición su ratificación por urgencia y, ante la perspectiva de que no votemos con él en este despropósito, demonizarnos ante los ciudadanos, creando la sensación de que se produzca un problema de emergencia ante la falta de nuestro apoyo.

Este alineamiento del alcalde con algunas empresas privadas no es nuevo; todavía no me he recuperado de la sensación de estupor que me produjo el hecho de que, a principios del año pasado, estando en el equipo de gobierno, el alcalde de todos los ciudadanos otorgara, desde el salón de plenos ante los medios de comunicación y sus concejales, otorgara digo, vía libre a la ejecución de un párking en Virgen de Guadalupe a tres empresas privadas sin pasar hasta ese momento por el órgano de contratación en aras a un derecho de tanteo que él interpreta a su manera; a día de hoy, sigue insistiendo públicamente en ese asunto.

La cuestión, señor alcalde, se reduce a un criterio de honestidad y de servicio a los ciudadanos desde el que pedir el apoyo necesario para obtener la mayoría absoluta. Y lo tendrá cuando presente, antes del treinta de junio próximo, al pleno de la corporación un plan de financiación, que ha sido recogido como enmienda en el presupuesto, que, además de sanear el déficit que su gestión al frente del ayuntamiento ha producido, permita dotar de financiación a las inversiones con ingresos corrientes en lugar de enajenar el patrimonio municipal, lo que en definitiva, como se viene demostrando, las hace irrealizables, y permita también dotar de capacidad de gasto, que ahora no tienen, a los concejales para que puedan, desde sus ideas, modernizar nuestra ciudad.

Pero no lo tendrá, me refiero al apoyo, si usted y quienes le asesoran siguen empeñados en llevar adelante un plan de urbanismo que ha suscitado críticas esenciales y alegaciones de la gran mayoría de los colectivos públicos y privados que tienen relación con el mundo del urbanismo e incluso fuera de él. En esta cuestión, vital para el futuro de la ciudad, espero que reconsidere su postura en el periodo de alegaciones, donde, por ciento y para información de los ciudadanos, no tengo voto.