Deseos de la calle Badajoz fue el último local en el que entró el delincuente detenido por la policía y el único donde consiguió hacerse con su botín de 10 euros. Antes había intentado atracar Herbolario Casa Verde (situado en la misma vía) y Dia, en la calle Arturo Aranguren. Pero en ninguno de ellos atacó físicamente a los empleados. En el interior de la tienda Deseos se encontraban la dependienta y su pareja que acababa de llegar a buscarla. "Entró un hombre pidiéndome el dinero de la caja para darle de comer a sus hijos. Yo le contesté que no podía y entonces sacó el cuchillo que lo tenía escondido en la espalda. Pasé mucho miedo porque me amenazaba diciéndome que si no le daba el dinero se vería obligado a hacerme algo", indicó a este diario la empleada, que casualmente llevaba tan solo siete días trabajando en ese local. "Pasamos miedo porque no sabíamos cómo iba a reaccionar. Cada vez me intimidaba más, acercándome el cuchillo a la cara", confesó. Tras forcejear con ella la pareja decidió darle 10 euros. Después se marchó amenazando con que al día siguiente volvería para pedirles más. No lo logró porque minutos después fue detenido por la policía en una de las calles cercanas al establecimiento.