Antonio Jesús Carrasco (Cáceres, 1976) es el propietario de la Quesería Artesana Carrasco y forma parte de ‘Merineando Valdeflores’, un proyecto que trata de recuperar el uso tradicional de los montes, la dehesa y los olivares a través del pastoreo sustentable, con 220 cabras y 200 ovejas merinas negras en la Montaña de Cáceres. Está integrado por seis socios que se dedican a la venta de queso y carne de cordero y cabrito. Amantes de la naturaleza, hacen de ella su trabajo y buscan las mejores prácticas para el medioambiente, y lógicamente para sus rebaños.

Estos profesionales del campo se han integrado en el Manejo Holístico de Pastos, siguiendo el estándar argentino. Sus fincas han sido seleccionadas entre las que aplican el modelo y a la vez sirven de estudio. «Yo venía de la ganadería con rebaños en intensivo, dentro de una cerca, alimentados con pienso, paja y algún tipo de heno. Al formar parte de la cooperativa Actyva, dimos el paso y nos sumamos. Es un pastoreo más natural, mejor para el animal y el productor», explica el ganadero.

Tienen su granja en la zona de Valdeflores, y han alquilado dos parcelas más. Los animales van recorriendo estas zonas comiendo por cuadrículas para respetar la recuperación de los espacios. Los rebaños son pastoreados ocho horas al día e incluso más. «Tenemos que volver a patear el monte y aunque es un trabajo duro, personalmente me gusta, me relajo, me tranquiliza ver a los animales comer, estar en plena naturaleza... Aquí en la Sierra de la Mosca lo mismo ves una lechuza que un águila calzada», relata.

Los inicios no han sido fáciles. Hacía tantos años que no se pastoreaba la zona, que se encuentra llena de zarzas y malas hierbas. «Poco a poco iremos recuperando la dehesa. Necesitaremos dos o tres años hasta conseguir una pradera de monte», lamenta Toni, que se ayuda con excepcionales perros de carea. «La acción del hombre ha acabado por destrozar el campo, por eliminar la fauna silvestre. Lo que pretendemos con este pastoreo es devolver al monte su estado natural y ello supone otra gran ventaja: prevenir incendios».

El proyecto incluye varios estudios en las fincas, como el efecto sobre el suelo de las distintas especies. «Así debe ser el futuro de la ganadería, se favorece el medioambiente y se nota en los animales, que vagan libres por su medio natural», concluye.