"LLevaba toda mi vida dándoles vueltas a mi proyecto", comenta Manuela Mesa, una de esas mujeres que se acercaron hasta Fundación Mujeres con la idea de crear una empresa.

Tras haber sido cuidadora informal de sus padres, se dio cuenta de las repercusiones que tenía el trabajar con una persona dependiente. Así nació DeMayor , la empresa que dirige en Malpartida de Cáceres. "Es un servicio integral a la tercera edad donde su principal enfoque es la calidad de cuidado y la calidad de vida en las personas en situación de dependencia y de sus cuidadores", explica.

"Cuando llegué a la fundación, acababa de dejar mi puesto de trabajo y dije: algo tengo que hacer". Y así, la idea que siempre tuvo en la mente fructificó en forma de negocio. Pero Manuela no sabía cómo arrancar: "Al principio tenía todo en el aire, no tenía experiencia para emprender el reto. En Fundación Mujeres aprendí los conceptos básicos, y poco a poco me di cuenta de cómo podía trabajar. Empezamos a escribir en papel mi idea y las estrategias para introducirlo en el mercado", recuerda.

Por eso, para Manuela Fundación Mujeres ha hecho con ella "un trabajo impresionante". La empresaria valora, especialmente, el seguimiento que la fundación tiene durante, antes y después del proceso empresarial. "Por ejemplo, cuando hay algún evento, me tienen ahí y cuando veo una vía nueva para ampliar mi negocio, me siento con ellas, me asesoran día a día", explica.

Por su afán emprendedor, Mesa ha decidido comenzar un nuevo proyecto, tiene todas sus fuerzas puestas en el comité de Sabios y Sabias, cuyo objetivo es compartir las experiencias vividas por las personas mayores durante su dilatada carrera en todos y cada uno de los campos de su vida laboral. "Surge a través de una experiencia con un prejubilado que me ha ayudado en mi proyecto", añade Manuela.

El primer paso

Hace dos años que Mesa se acercó a Fundación Mujeres. "Para mí conceptos como plan de empresa o estudio de mercado me sonaban a chino, no tenía ni idea y mediante el curso que ellas imparten, me enseñaron los conceptos básicos con los que me podía topar a la hora de hablar con los bancos y proveedores. Ahora me puedo desenvolver fácilmente", subraya.

Manuela aprendió a hacer su plan económico y financiero. "Me enseñaron técnicas de negociación de préstamos, técnicas de financiación", explica. Y todo siendo capaz de conciliar su vida familiar con la profesional y con una hija de 8 años que mira atenta los pasos de su madre. "Ahora mi hija, cuando se pone a jugar coge una carpeta y dice: Mami, me voy a hacer un plan de empresas".