A sus 67 años ya no le quedan pelos en la cabeza, pero conserva la energía que le mantiene en el escenario hace medio siglo. Micky quiere morir ahí.

--¿Cómo sobrevive al tiempo?

--Ando un montón y procuro ser buena persona. Analizo todo desde un prisma positivo.

--¿Se reinventó?

--Me ha reinventado Jorge, de Doctor Explosion, cuando me llevo a grabar a Gijón. No me lo podía creer cuando empezaron a llegar músicos extranjeros. Ya estamos con otro proyecto.

--¿Mejores o peores tiempos que antes para los músicos?

--Está igual, pero ahora hay más medios y posibilidades y más zancadillas y condicionantes. Cuando empecé con los Tonys hacíamos música cuatro gatos.

--¿Qué queda del tipo que empezó con los Tonys?

--El espíritu del hombre de goma. He caído bien a la gente y me mantiene que tengo gracia.

--¿Cuándo escucha a un grupo en qué se fija, qué valora?

--Soy un enamorado de la voz. Me gusta la personalidad de Tom Waits, Auserón o Urrutia.

--¿A quién no olvidará nunca?

--A mi padre, que era diplomático. Siempre procuró meternos la música en la cabeza. Mi favorito fue Elvis.