David Conde Caballero, un profesor de la Universidad de Extremadura, es el último afectado que cuenta su caso. A este residente de la parte antigua le acaban de llegar dos multas por aparcar indebidamente en su barrio. «Me soplan 400 euros», comenta indignado. El lector se preguntará: ¿por qué se queja este señor si ha cometido una infracción? La respuesta la da él mismo y el propio presidente de la Asociación de Vecinos de la Ciudad Monumental, Juan Manuel Honrado: «La gente aparca en lugares indebidos porque no hay alternativas y porque en muchas ocasiones la policía local hace la vista gorda y permite el estacionamiento en zonas no autorizadas hasta que vienen rachas como la de ahora y de nuevo se multa».

A juicio de David Conde la situación es «recurrente y sangrante. En la parte antigua hay un acuerdo no escrito para aparcar en determinados sitios. En mi caso, el mismo agente me ha multado por aparcar al lado de casa, donde generalmente estacionan un montón de coches, en Fuente Concejo, justo llegando al Arco del Cristo. En ese caso me han multado con 200 euros. La otra multa, con otros 200 euros, me la han puesto por dejar el coche en la prolongación de Caleros, en San Roque, a la izquierda. Pero el problema es que no hay alternativas y que los vecinos vivimos con la intranquilidad de que la oleada de multas se convierta en una situación recurrente. Tendrían que darnos alternativas y no decir: ‘os quito aparcamientos y os apañáis’. He reclamado ambas sanciones pero al final las voy a tener que pagar porque supongo que no hay solución», señala el afectado.

Juan Manuel Honrado también se refiere a esta situación: «Se ve que ahora han pillado una tanda, que son mucho más rigurosos en las multas». El presidente vecinal recuerda que, en tiempos, solicitaron una revisión de los permisos de entrada de vehículos a la ciudad monumental para que la situación se regularizara. «Hace poco -explica Honrado- me llamaron desde la Concejalía de Tráfico para decirme que estaban preparando un borrador, un plan para delimitar las zonas de aparcamiento, que siempre estaría consensuado con los vecinos. Estamos en ese proceso».

«Ahora hay más multas»

Honrado admite que «se ponen más multas y es verdad que las multas están justificadas pero hasta ahora ha habido más permisividad y en estos momentos están siendo más estrictos. En los casos de Fuente Concejo y San Roque -continúa el representante vecinal- está prohibido aparcar, pero los vecinos estaban habituados a hacerlo. En Santiago pasa lo mismo, de repente se empieza a multar y la gente no se lo espera». ¿Entonces, cuál es la alternativa? Honrado indica que «en poquitos sitios se puede aparcar y que las alternativas son escasas para la demanda».

¿De cuánta gente estamos hablando? de al menos más de 3.000 personas. Juan Manuel Honrado echa mano de los datos del SIG y señala que en intramuros hay 348 vecinos, en Santiago y arrabal, 1.000, en Santa Clara, 980, en Ribera de Curtidores, 180, en plaza Mayor, 268 y en el área de San Juan, 1.000. Obviamente no todos tienen coche, «pero esto es algo que nos gustaría procesar y trabajar con el ayuntamiento de modo paralelo para ir acotando las necesidades reales de plazas de aparcamiento en relación al número de vehículos que existe y ver la manera que hay de solucionar el excedente de coches frente a la escasez de plazas».

Honrado recuerda, por otro lado, que el ayuntamiento está tratando de actualizar el Plan Especial, y que de ello se está encargando una empresa. En este estudio se abordan muchos parámetros, entre otros el tráfico. El presidente vecinal explica que esta empresa irá buzoneando casa por casa, se entrevistará con los vecinos y analizará cuantas necesidades planteen para hacer de la parte antigua un lugar más accesible y, sobre todo, más vivible, adaptándola a las necesidades, también las del aparcamiento.