Un joven cacereño y su socio han creado un dispositivo tan curioso que empresas de China, Malasia, Japón y otros puntos del planeta ya hacen cola en su puerta para poder fabricar y comercializar este mecanismo, que ha ganado incluso la medalla de oro de la más prestigiosa feria de inventos del mundo, el Salón Internacional de Ginebra, donde ha competido con mil creaciones de 45 países. "Nos quedamos descolocados, aún no nos podemos creer que ganásemos en la sección de motor, entre inventos para coches, aviones y barcos de chinos y coreanos", explica Daniel Galán (Cáceres, 2-5-1979), titular de una empresa de aislamiento acústico en Málaga hace siete años.

Se trata de un dispositivo de seguridad que ellos han bautizado como Helmet Hole Locker , y que permite dejar el casco anclado a la moto o a la bicicleta sin riesgo de robo. "Surgió de una forma muy espontánea. Un día, mi actual socio, Antonio Cortés Merino, dejó el casco un instante en el asiento de su moto y se lo robaron. En ese momento tuvo que marcharse rápido a su negocio y justo le multaron por no llevarlo. Entonces nos planteamos: ¿Cómo es posible que no haya soluciones en el mercado para una cosa tan necesaria y sencilla?. Antonio fue quien tuvo la idea y entre los dos la hemos sacado adelante", relata Daniel Galán.

Un ´manos libres´

El auténtico beneficio de este invento es que permite hacer recados, ir de compras, meterse en el cine o tomarse unas copas sin tener que llevar uno o dos cascos en la mano. "Por eso el jurado internacional nos concedió el premio en Ginebra, al parecer valoran ante todo que sea una idea básica, necesaria, que suponga una solución para mucha gente", explica Daniel Galán, nacido en la barriada de las 232 viviendas y dispuesto a volver a instalarse en la capital cacereña en cuanto le sea posible. "Ahora mismo están pasando allí unos días mi mujer y mi hija, y me marcho a recogerlas para quedarme el fin de semana en Cáceres. Vamos siempre que podemos, nos encanta", confiesa.

En cuanto al mecanismo, es tan sencillo como eficaz. El Helmet Hole Locker tiene forma de ´L´ o alcayata, de 2,40 centímetros, fabricado en una aleación muy dura (de acero u otro material resistente). Puede plegarse cuando no se utiliza de modo que no suponga ningún peligro. Incorpora una cerradura con un tope que imposibilita su hurto, y allí se engancha el casco, al que se le ha practicado una pequeña perforación e insertado una pestaña. El cierre es hermético y garantiza una "gran seguridad" según sus inventores, que tienen todo el sistema homologado y patentado para los próximos 20 años, incluida la adaptación de los cascos (eso sí, solo sirve para los integrales).

En realidad los socios han creado dos dispositivos, uno que puede colocarse en distintos lugares del vehículo (parte delantera o trasera, entre las piernas del conductor, reposapiés, etcétera, siempre intentado ocupar el espacio mínimo), y un segundo, que es el que más éxito ha obtenido y el que han presentado en Ginebra, que se incorpora al manillar del vehículo, concretamente al hueco de la empuñadura. "Todavía nos seguimos planteando cómo es posible que esté todo inventado en el mundo, y nadie haya pensado antes en una cosa tan básica", comenta Galán. De momento, muchos usuarios optan por incorporar a la moto un pitón que sobresale, pero el casco queda sobre las aceras o el pavimento, acumulando suciedad, polución y polvo.

La idea es tan original que fue admitida fuera de plazo en el Salón de Ginebra, "donde tuvimos una acogida espectacular, totalmente inesperada, desde el primer día. Todo el mundo que visitaba la muestra, de Europa, Asia o Estados Unidos, quería comprar ya el Helmet Hole Locker para llevárselo a casa", explica el joven cacereño, que lo único que echó de menos fue la ayuda, o al menos la presencia de la Administración española. "Allí no apareció nadie. Mientras, el resto de los inventores estaban subvencionados y acompañados por sus autoridades. Una verdadera lástima", lamenta.

Por ello, y vista la falta de respaldos, los dos socios se plantean con qué empresas comercializar el dispositivo y sacarlo al mercado, puesto que las extranjeras muestran mayor interés y ofrecen condiciones más ventajosas para los futuros compradores. "Estamos pensándolo --afirma Daniel Galán--, de momento nos vamos a INPEX, la mayor feria de inventos de Estados Unidos", anuncia ilusionado.