Santos P. D., el psiquiatra acusado por dos de sus pacientes de abusos sexuales, negó ayer los hechos y pidió justicia. Lo hizo al término del juicio que en el Juzgado de lo Penal se celebró por estos hechos y en el que el acusado aseguró que los tocamientos que le imputan sus pacientes "no son tales tocamientos, sino exploraciones".

Para su abogado defensor "en este juicio no se ha demostrado que mi defendido haya cometido delito alguno, pues no se han aportado pruebas fiables de los hechos". Cuestionó la credibilidad de las denunciantes y solicitó la libre absolución.

Por su parte, tanto para el ministerio fiscal como para la acusación particular, en base a las pruebas periciales, "los hechos han quedado plenamente acreditados en esta vista"; y cuestionaron la actuación de Santo P. "porque aunque él justifica los tocamientos como práctica terapeútica de relajación, los expertos han asegurado que en psiquiatría las exploraciones no son práctica habitual".

Ante estos hechos, solicitan tres años de prisión, 24 meses de multa a razón de 30 euros diarios (la acusación eleva la cuota a 100 euros), inhabilitación para el ejercicio de su profesión durante ocho años y la prohibición de acudir a Cáceres durante seis años, (la acusación eleva a 10 los años de destierro).