Los tres jóvenes de 20 y 21 años detenidos en febrero del año pasado por asaltar a un repartidor de Telepizza en Nuevo Cáceres fueron condenados el lunes a seis meses de prisión cada uno por el delito de robo con violencia e intimidación en grado de tentativa del que se les acusaba.

La sentencia se dictó de mutuo acuerdo entre la acusación y la defensa de los inculpados, por lo que la vista oral que iba a celebrarse en el Juzgado de lo Penal para enjuiciar la causa no llegó a producirse. La fiscalía solicitaba para los tres inculpados un año de prisión, aunque finalmente la rebajó a seis meses atendiendo a la carencia de antecedentes de los encausados y las circunstancias familiares --recién casados y con hijos--, según informó su abogado, Angel Luis Aparicio.

PLAN PREVIO Los hechos que les imputan ocurrieron a las 21.00 horas del 7 de febrero del pasado año. Los acusados, de acuerdo a un plan previamente concertado, según relata el fiscal en sus conclusiones, se dirigieron a la barriada de Nuevo Cáceres y desde una cabina situada en la calle Segovia llamaron a Telepizza y encargaron dos pizzas y tres refrescos. Indicaron que el pedido debía entregarse en el primer piso del número 2 de la mencionada calle, "pero su intención era arrebatárselo y no abonar cantidad alguna".

Cuando sobre las 21.30 horas llegó el repartidor y se dirigió al portal que le habían indicado, "fue abordado por los acusados que, mientras uno de ellos se echaba mano al bolsillo del pantalón en ademán de sacar algo del mismo, le dijeron que les diera la pizzas". Al negarse, "se las arrebataron violentamente", momento en que intervinieron dos agentes que les detuvieron.

JUICIO PENDIENTE Los tres implicados en el suceso, cuyas identidades responden a las iniciales M. H. P., P. N. V. y D. V. S., se enfrentan todavía a doce años de prisión cada uno por otros cuatro presuntos delitos de robo con intimidación y violencia consumados, aunque ninguno portaba armas, según la petición de condena del fiscal.

La causa por estos hechos, que transcurrieron presuntamente de manera similar al anterior y también en la barriada de Aldea Moret, está aún pendiente de que se practiquen algunas pruebas por parte del Juzgado de Instrucción número 5, que instruye el caso. Este tipo de sucesos tenía atemorizado a los repartidores de pizzas de la ciudad, que incluso se negaban a atender pedidos cuando debían desplazarse hasta Aldea Moret para entregarlos.