Como en el desfile inaugural de unos Juegos Olímpicos, no faltó de nada. Ni abanderados, ni antorcha olímpica, ni pebetero. Ni la música de Carros de fuego . Las delegaciones olímpicas llegaron desde todos los puntos de Extremadura. Desde todos los hogares de mayores y residencias de la comunidad. Todos fueron desfilando por la pista de atletismo, pasando delante del público y las autoridades. Numerosos voluntarios empujaban las sillas de rueda de los que no podían andar. En total, a la Convivencia deportiva para mayores de Extremadura asistieron 3.000 personas, mayores y jóvenes voluntarios.

Llegaron los discursos de las autoridades. Estaban presentes la alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras, el consejero de Juventud y Deporte, Carlos Javier Rodríguez y la consejera de Sanidad y Dependencia, María Jesús Mejuto, que en su discurso dijo que le "habían dicho que esto era espectacular, pero hay que estar aquí para verlo" y luego resaltó el valor del deporte "para que se tomen menos medicinas, se esté más sano y sean menos dependientes".

Sonó el himno extremeño y comenzaron las competiciones. La primera los cinco kilómetros de marcha. Teo Rollizo tiene 67 años y ha ganado esta prueba en las dos ediciones anteriores. En seguida se puso en cabeza. Los demás mayores se colocaron en los escenarios de sus especialidades. Isabel Fernández tiene 60 años y viene de Plasencia. Era la primera vez que competía en jabalina y "no sé si ganaré". Mónica Parrón, natural de Montánchez, tiene 67 años y en la primera edición fue "medalla de oro en natación y otros años he corrido con la antorcha".

Tras el deporte y los laureles se celebró una comida en el CIMOV para todos. Cerró la jornada, por su puesto, un multitudinario baile de clausura.