Jairo Miguel de Cáceres ya habla con su padre, ingiere algunos alimentos y su estado ha mejorado de forma notable, aunque permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Guadalupe (Centro Hospitalario de Aguascalientes, México). La recuperación experimentada por el novillero cacereño de 14 años, que el domingo pasado sufrió una brutal cornada mientras toreaba un novillo en la Monumental mexicana, ha sorprendido incluso al equipo de médicos que le atienden.

El doctor Alfredo Ruiz Romero dijo ayer en una entrevista concedida a la emisora W Radio de México, que la única preocupación es que haya un problema infeccioso en el pulmón "que no tendría por qué suceder". Añadió, según recoge Efe, que el chaval está "triste y consternado".

Por su parte, el exmatador y padre de Jairo, Antonio Sánchez Cáceres, confirmó ayer en declaraciones a EL PERIODICO que su hijo, al que acababan de hacerle una radiografía, está "un poquito mejor". Sí indicó que seguramente tendrían que someterle a algo más de sedación "para que esté más relajado porque se encuentra algo inquieto". Sánchez Cáceres reconoció que "las circunstancias no están para tirar cohetes porque sigue en terapia intensiva, pero se encuentra mejor".

El exmatador agradeció las innumerables muestras de aliento que está recibiendo. Le han llamado de numerosos países del mundo, Venezuela, Colombia, Perú y hasta Rusia. Recordó la llamada del alcalde José María Saponi o la del exconcejal Teodoro Casado, entre otras muchas de amigos, familiares y compañeros de profesión. Sánchez Cáceres insistió en que no obliga a su hijo "a que se juegue la vida" sino que lo está educando para que sea "un hombre de bien, para que tenga una mente sana y deportiva. ¿Cuántos padres hay que no prohíben que sus hijos menores beban, fumen o consuman drogas? y eso nadie lo controla; mi hijo no hace nada de eso y todo gracias a esta profesión".

Entretanto, y desde el domicilio familiar de la finca El Pradillo, Celia, madre del joven novillero, aseguraba ayer que su hijo "tiene las narices y la entereza de su padre y de su madre para llegar a la cima". Ayer estaba más tranquila que al comienzo de la semana, puesto que por la tarde pudo hablar con Jairo por teléfono. "Me dijo: mamá no vengas, no vengas que yo estoy bien". Conocedora de que el estado de salud del niño mejora, insistió en que el protagonista es el novillero y que ella atraviesa estos momentos "como cualquier madre en mi situación, como estaría la de Ponce, o la de El Juli...".

Celia, una mujer clara y de convicciones profundas, detesta el "morbo" mediático que ha desatado la cogida frente al poco interés que entre algunos medios informativos había despertado hasta el momento la carrera del joven novillero. Confesó que está "fastidiada y jodida" porque quien ha sufrido la cornada "es ni más ni menos que mi hijo". Y añade: "Hay que luchar mucho por lo que se quiere, él tiene entereza, valor, mi apoyo y el de su padre".

HABLA LA JUNTA Finalmente, la reacción política tras el suceso de Jairo llegó ayer de la mano de la consejera de Bienestar Social de la Junta de Extremadura, Leonor Flores, que a preguntas de los periodistas durante un acto que presidió en Cáceres, aseguró: "Al igual que un niño no debe estar trabajando cuando es menor, tampoco debe estar toreando". Informa Isabel Bravo.

La consejera dijo que daba su opinión particular y apostilló: "No podemos denunciar porque la legislación en cada país cambia, y aunque en España no se permite torear con menos de 16 años, en México sí está permitido". Flores consideró que se tendría que hacer "un seguimiento de aquellos niños que están en corridas de toros arriesgando su vida, su propia existencia, y más cuando se trata de un menor" .

La dirigente socialista estimó "que a un menor no se le debe explotar, pero en ningún campo de la vida. Se debe desarrollar como niño, como menor, y vivir su infancia y su adolescencia lo mejor posible, tener tutores que estén realmente a su cuidado y recibir una educación adecuada para poderse desarrollar como personas. Un niño con 14 años y con un sobresueldo, como pueden tener esos niños, al margen del peligro físico, me parece una barbaridad que no se debería de consentir, además de una manera tan frívola como se está haciendo".