Mejostilla se trazó con amplias avenidas lineales que facilitan el tránsito por este distrito, el de mayor expansión urbanística en los últimos años. Sin embargo, los grandes viales invitan a más de un conductor a pisar el acelerador, generando situaciones de peligro y accidentes concentrados en algunas zonas. Uno de esos puntos se localiza en el cruce de las calles Arsenio Gallego y Pedro de Ibarra, donde hace unos días se produjo el último choque de consideración entre dos vehículos. A raíz del suceso, la directiva vecinal ha hecho un llamamiento general para que se extreme la cautela al volante, y espera reunirse con el ayuntamiento a fin de proponer algunas medidas.

"El cruce es muy problemático. Al llegar a Pedro de Ibarra, bajada natural a Mejostilla por el cementerio, los coches tienen que asomarse bastante para tener visibilidad antes de cruzar Arsenio Gallego, de cuatro carriles, donde se alcanzan velocidades excesivas. Por eso se producen los choques", explica Jacinto Mellado, presidente de Mejostilla. De hecho, el ayuntamiento instaló el jueves bandas reductoras para obligar a rebajar la velocidad antes de la confluencia.

Pero hay más zonas de riesgo. Los vecinos han planteado a la directiva el peligro del cruce de Ulloa Golfín con Simón Benito Boxoyo, donde se encuentran las pistas, y donde ha habido colisiones e incluso atropellos. También se alcanzan altas velocidades a lo largo de Pedro de Ibarra, de Simón Benito Boxoyo y de la avenida Emilio Cardenal Hernández (desde ronda Norte hasta el parque empresarial). Además, en la avenida Pozo de las Nieves (Mercadona), de dos carriles, muchos conductores pisan el acelerador pese a la proximidad del colegio Castra Caecilia, "y la policía no siempre está presente a la entrada y la salida", señala Mellado. Existe un problema añadido: el trazado recto de las avenidas de la barriada produce deslumbramientos en amplios tramos, lo que agrava el peligro de colisión y atropello.

Precisamente, otros puntos de riesgos son los pasos de peatones dada la anchura de las calles. "Hay irresponsables que no los respetan", subraya el presidente. Y aunque la solución lógica pasa por extremar la prudencia, la directiva vecinal considera que hay que adoptar medidas adicionales, por ejemplo la instalación de alguna rotonda o bandas reductoras en ciertos tramos. "Las opciones nos gustarán más o menos. Las bandas, por ejemplo, dificultan el tránsito de las emergencias, pero hay que pensar en alternativas", indica Mellado.

De hecho, la directiva ha decidido solicitar una reunión con el concejal de Tráfico y Seguridad Ciudadana, Valentín Pacheco, para estudiar soluciones. "Nosotros aportaremos nuestro grano de arena con el conocimiento propio de la zona, pero lógicamente serán los técnicos quienes tengan que analizar las soluciones", señala el presidente.