Los nuevos residenciales de La Mejostilla no tienen comunicación entre sí ni apenas con el resto. Proexa dista unos metros del sector 1, pero hay que dar un largo rodeo por la carretera de Monroy ya que no existe un solo vial. Tampoco comunica con el residencial Gredos, que a su vez tiene una única conexión con el sector 3 por un lateral. En definitiva, los vecinos de estas nuevas urbanizaciones, con más de 1.500 viviendas, cruzan campo a través cuando desean utilizar los servicios de otras zonas o coger la línea 2 del bus.

"Los polígonos no están unidos y esto genera problemas en el transporte urbano y escolar, que deben dar grandes rodeos. Sólo sería necesaria una línea de autobús, y no tres, si toda la barriada se conectara con viales", explica María Jesús Guerrero, presidenta vecinal, quien recordó ayer estas y otras deficiencias de La Mejostilla. "Muchas llevan años sin resolverse", indicó.

La directiva iniciará una serie de contactos para abordar los problemas, el primero esta semana con el concejal de Participación Ciudadana. "El asunto más urgente es la falta de un centro docente en la barriada, donde ya vivimos unas 10.000 personas", explicó. El colegio Extremadura, el más cercano, se encuentra al límite y ha creado nuevas aulas restando espacio a otras dependencias. "Los padres estaban nerviosos en primavera porque no sabían dónde llevar a sus hijos", señaló M Jesús Guerrero, que se reunirá en breve con el director.

PARQUES, LIMPIEZA Y CONTROL

Otras demandas, como la dotación de un centro de salud, ya están en proyecto. "Los parques, sin embargo, continúan en mal estado y la limpieza es precaria", recordó la presidenta, que también considera escasa la vigilancia policial y alerta del aumento de vehículos pesados estacionados en la barriada, pese a la prohibición. Finalmente, solicitó medidas para frenar la velocidad que alcanzan los vehículos en el único acceso a los sectores 1, 3 y Gredos, desde que las obras de la ronda Norte obligaron a cerrar la segunda entrada a estas zonas.