Comprar un vino tinto de crianza por menos de dos euros, un detergente con oxígeno activo por menos de tres o una cerveza de lata por quince céntimos son ofertas que ya no sorprenden mucho a los vecinos de La Mejostilla. Se están acostumbrando. En un radio de apenas cien metros, compiten cuatro supermercados.

Ayer abría sus puertas el último de ellos. Esta vez un Aldi, que se suma a Mercadona, Lidl y Plus. Para celebrarlo, los responsables del centro organizaron una barbacoa para todos los clientes. Al sol del aparcamiento. Regalaban perritos calientes y bebidas frías. Todos los productos se vendían en el interior, también el carbón, la barbacoa y los utensilios de cocina. "Esto es también una forma de que los clientes prueben nuestros productos antes de comprarlos", argumentaba Julia Knäpple, responsable de zona de la cadena de supermercados Aldi. Mientras los clientes comían tranquilamente al sol perritos calientes, desde explanada del Aldi, junto al residencial Ronda, podían divisar, al otro lado de la ronda norte, el Lidl y el Plus, en la urbanización Montesol. En la misma calle hay también un Mercadona. Y pronto serán cinco, porque cerca está a punto de abrir sus puertas Maxi Dia.

"En este barrio hay mucha competencia pero, ¿dónde no la hay?", destaca Knäpple.

"Este un barrio con futuro, se están construyendo muchas viviendas y tenemos la clientela óptima para que el centro funcione . Somos una empresa que no trabaja con marcas conocidas, aunque detrás de ellas siempre hay empresas importantes. Hemos seleccionado productos básicos de buena calidad, que todo el mundo consume a diario", añade.

En Mercadona no temen a la competencia. "Hay negocio para todos. Nosotros fuimos los primeros en instalarnos en una zona en la que no había nada, una zona en expansión", aseguran fuentes de la empresa. "Cada supermercado tiene una política diferente y les va muy bien a todos. La nuestra consiste en mantener los mismos precios todo el año, bajos y estables. No tenemos ofertas especiales", añaden las mismas fuentes

Al olor de la barbacoa se han acercado numerosos clientes de todos los barrios. María nos cuenta que ha venido del Nuevo Cáceres. Se queja de que en su barrio no hay ningún gran supermercado, solo multitiendas.

Dentro del supermercado el bullicio del primer día se hace notar. Algún cliente comenta que cuando abran el quinto super tendrá que hacer cinco listas de la compra y hacerse la ruta del supermercado, otros dicen que serán fieles a sus establecimientos habituales pero que vienen a echar un ojo para comparar los precios. Otros correrán detrás de la oferta, como Francisco José que ha venido a comprarse un monitor a buen precio.

Pero la pregunta es ¿se nota tanto competencia en un descenso de los precios? Hay opiniones para todos los gustos, pero hay cierta coincidencia en que no hay tanta ganga como pudiera parecer. "Los precios bajos solo se notan en dos o tres productos que usan de gancho", comenta Raquel, una cliente.

La Mejostilla, un barrio con cerca de 7.000 habitantes y en constante expansión, espera también la próxima apertura de Burguer King (comida rápida) y Sprinter (material deportivo).