Merece la pena esperar a una cantante semidesconocida durante una hora con una temperatura de 12 grados, aunque sea gratis? Laura Pajares, de 14 años, que ha acudido con sus padres al concierto de Merche --de la que conoce dos canciones, aunque no recuerda los títulos-- y ya tiene unas cuantas citas musicales a sus espaldas, contesta resuelta: "No mucho".

Decenas de las poco más de 10.000 personas restantes --cifra de la Cadena 100, organizadora del recital-- que aguardan la aparición de la cantante gaditana sobre el escenario del hípico, ya con impaciencia, piensan de forma similar, porque reciben con gritos de "fuera" y silbidos a la presentadora de la emisora de radio Carmen Gómez, quien disculpa la demora aunque se detiene a pesar de ello en dar las gracias a todos los patrocinadores.

El frío y la impaciencia parecen olvidarse en cuanto empieza a sonar la voz de Merche detrás del escenario y, segundos después, ella y sus dos bailarinas se apoderan del tablao . Merche (Mercedes Trujillo) derrocha su poderosa voz y físico, embutido en unos pitillos vaqueros desgastados, botines, una camisa negra que deja ver el piercing de su ombligo y un gorro semitejano que cubre parcialmente la larga --hasta la cintura-- melena rubia. A la tercera canción, Abre tu mente , que corea gran parte del público, ella se arranca el sombrero y el gélido malestar inicial se esfuma del todo.

DISCO DE PLATINO Merche (Cádiz, 1978) intenta demostrar que no es por casualidad ni por su atractivo que esté a un paso del disco de platino (100.000 copias vendidas) con su segundo álbum, Auténtica , y por la reacción entregada del público, aunque desconozca muchos de sus temas, parece convencerlo.

La cantante, que está en la fase final de su gira, da continuidad al proyecto de La 100 en vivo que el año pasado iniciara Antonio Orozco. Horas antes de su concierto, de camino a Cáceres por carretera desde Madrid y por teléfono, declaraba con su reconocible acento andaluz, el mismo con el que anoche invitaba a bailar y a cantar a los cacereños, que era "un honor y un lujazo" que su segundo disco, editado en enero, siga "vivo". Para ella, decía, lo importante es el "calor del público". Anoche lo tuvo en Cáceres, a pesar del frío.