Verán, se me plantea un dilema. Si reconocemos que la opinión del ministro Desatinos es cualificada y que, como él dice, habla por el Gobierno, estaremos ante una monumental bofetada a las aspiraciones de Cáceres, Málaga y todas las ciudades españolas que pudieran adherirse hasta 2012, que es la fecha en la que se decidirá. La bofetada a Cáceres, a sus aspiraciones, al trabajo ya hecho, a los que hemos plasmado en un libro nuestra adhesión, al ayuntamiento y a todos los que esperaban que la decisión a favor de Cáceres supusiera un revulsivo que devolviera a la ciudad el esplendor del pasado y la situara en la vanguardia del siglo XXI.

Ojo, y a la Junta, a su presidente y al consejero de Cultura. Si en este proceso, que debería durar hasta 2012, están tomadas las decisiones, sin contar con la situación real de las aspirantes, ¿para qué se abre el proceso? Que el Gobierno diga directamente que será la ciudad que quieren (¿Córdoba?) y las demás quedaremos atufadas. Si en cambio pensamos que la sensatez se apodera del gobierno, podríamos recuperar la esperanza y seguir trabajando.

De todos modos, le diría a Desatinos que Cáceres tiene al menos los mismos méritos, si no más, que Córdoba. Es una de las pocas ciudades del mundo con yacimientos arqueológicos de la prehistoria en su casco urbano. Es Ciudad Patrimonio de la Humanidad, Ciudad Monumental desde 1931, tercer conjunto monumental de Europa, segundo premio mundial a la iluminación artística de su ciudad antigua, manzana de oro de los touroperadores, excelencia turística, Semana Santa de Interés Nacional y en sus calles y plazas se celebran eventos de reconocido prestigio como el Womad, el Festival de Teatro Clásico, el de los Pueblos del Mundo y un largo etcétera.

Cáceres es una ciudad de referencia en materia de congresos y una de las pocas beneficiadas por la Casa Real y el Ministerio de Asuntos Exteriores (y a partir de ahora, además, de Desatinos Interiores) para presentar a dignatarios extranjeros en visita oficial a España (han venido los Reyes de los belgas) y ha sido sede de reuniones de órganos comunitarios.

Es área de influencia con Mérida y Guadalupe (patrimonio de la humanidad), Yuste (sede de la Academia Europea) y ciudades de importancia histórica, cultural y monumental como Badajoz, Plasencia, Zafra... Es cabecera o destino de rutas como las de Las Chimeneas, de los Conquistadores, de la Vía de la Plata... Además de participar, junto a Córdoba, del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad y de las ciudades con pasado judío en la red Caminos de Sefarad.

El patrimonio cultural que la rodea es apreciable, pero el natural es aún mayor: Monfragüe, Cornalvo, La Vera, El Ambroz... Es sede de organismos como el Tribunal Superior de Justicia, el Instituto Camoes, la Universidad de Extremadura y tiene tres colegios mayores. Es sede del Centro de Estudios y Cooperación con Iberoamérica, de la Filmoteca, de la Bibloteca Alonso Zamora Vicente y es provincia limítrofe con Portugal. Tiene tres centros de interpretación, museos y próximamente el Centro de Arte Helga de Alvear, de importancia mundial... Como se ve méritos los hay; pesados en una balanza no sé hacia donde se inclinarían, pero lo que sí es cierto es que Moratinos acaba de desequilibrarla.