Las cuatro familias que hoy en día continúan desalojadas del edificio Santa Ana de la avenida Virgen de la Montaña, donde tuvo lugar una explosión que acabó con la vida de una persona el pasado 14 de noviembre, podrán volver a sus casas en un plazo de alrededor de un mes, según adelantó ayer a este diario José Luis Pedrera, el arquitecto contratado por la comunidad de vecinos para realizar el proyecto de reconstrucción del edificio. Salvo el 5º I, que requerirá de una actuación de mayor envergadura --aunque el inquilino que lo habitaba se marchó--, los vecinos del 5º C, 5º H, 3º I y 3º H podrán regresar a sus hogares en cuestión de cuatro o cinco semanas. Llevan casi dos meses fuera de sus casas.

Esto será posible gracias a que se seguirá un orden en los trabajos a acometer para la reconstrucción del inmueble, que con toda probabilidad arrancará la semana entrante y cuyo plazo de ejecución está fijado en dos meses. El proyecto de reconstrucción fue entregado al ayuntamiento el martes de la pasada semana y el consistorio lo valoró de manera «favorable», apuntó Pedrera. No obstante, todavía queda pendiente que el equipo de gobierno local emita la resolución municipal correspondiente para que pueda arrancar la reconstrucción.

Hasta entonces no podrá comenzar debido a que todavía algunas viviendas continúan precintadas. Las letras C, H e I de la quinta planta, las letras H e I de la tercera y un despacho profesional de la segunda planta.

Según indicó el arquitecto de la comunidad vecinal, la obra para reconstruir totalmente el edificio Santa Ana supondrá una inversión de más de 150.000 euros. Allianz, la compañía aseguradora general del edificio, correrá con los gastos de los trabajos. Ya que la cuantía supera los 100.000 euros, ayer desplazaron a un perito para analizar el inmueble. Pedrera se reunió con él.

EN ORDEN / Las labores de demolición y desescombrado se encuentran totalmente finalizadas y «se ha preparado el terreno» para comenzar la reconstrucción, indicó Pedrera. «Los trabajos están planteados dentro del proyecto siguiendo un orden, de manera que lo primero que se llevará a cabo será la instalación de los refuerzos estructurales, para que, una vez estén colocados, las cuatro familias puedan volver a sus casas cuanto antes», señaló el arquitecto. El plazo de ejecución para acometer los refuerzos estructurales es de un mes.

Así, las actuaciones a realizar son varias. En la quinta planta las viviendas afectadas son las letras I, H y C. En el 5º I existen daños derivados del fuego, tales como muebles quemados, paredes ahumadas, suelos afectados y revestimientos que se han caído; mientras que en el 5º H está dañada la zona de la terraza, que fue la que más entró en contacto con las llamas. Asimismo, en el 5º C los daños tienen que ver con la entrada a la vivienda: la explosión reventó la puerta y será necesario reconstruir el vestíbulo. Más abajo, en la cuarta planta, las viviendas H e I --donde se originó la explosión-- han quedado completamente siniestradas y en la letra C --al igual que sucede en la quinta planta-- se ha visto afectada la puerta de acceso a la casa. Por último, en la tercera planta la letra I solamente tiene afectadas las ventanas y la H apenas presenta daños, pero ambas siguen apuntaladas.

Para llegar hasta aquí y poder comenzar con la reconstrucción, se ha tenido que llevar a cabo un proceso de demolición y desescombrado, que arrancó el 30 de noviembre y requirió de un proyecto que fue presentado por Pedrera el 25 de noviembre en el consistorio. Entonces, se colocaron también testigos en la planta quinta para medir los movimientos estructurales que se puedan producir durante el refuerzo que se acometerá en breve.

14 DE NOVIEMBRE / La explosión en el edificio Santa Ana tuvo lugar la madrugada del 14 de noviembre. La deflagración, que provocó inmediatamente después un virulento incendio, se originó en la vivienda 4º H. Ésta era propiedad de un dentista de origen salmantino que falleció, quien poseía su domicilio junto a su clínica, el 4º I, que quedó también completamente siniestrado. La explosión obligó a desalojar el inmueble --las 32 familias residentes fueron evacuadas durante algunas horas--, así como otros dos contiguos.

Los vecinos del edificio Santa Ana no regresaron hasta el 17 de noviembre, salvo ocho que lo hicieron posteriormente. El 21 de noviembre concluyó la investigación de la policía científica y el día 23 el edificio recuperó el suministro de luz, agua y gas, excepto en la quinta planta. Situación que todavía se mantiene al haber quedado calcinadas las instalaciones.