Educar en positivo. Ese es el objetivo de Gradualcan, una iniciativa promovida por el adiestrador de perros cacereño Cayetano Borge. Esta disciplina, prácticamente pionera en la ciudad, está basada en la enseñanza a través de la filosofía del respeto y del refuerzo del vínculo entre animal y dueño.

Responsable adoptivo de diez perros y de dos cachorros recién nacidos, Cayetano Borge se confiesa un apasionado del mundo canino y, aunque lleva vinculado al adiestramiento profesional desde hace dieciséis años, decidió formalizar su situación en la educación en positivo desde hace seis.

"Aquí no hay sitio para castigos ni métodos que causen dolor o temor" asevera Cayetano, quien asegura que "debemos olvidarnos de las imposiciones y del método habitual de la letra con sangre entra".

Confiesa que se inició en el mundo del adiestramiento a través de maestros de la escuela tradicional, pero no se encontraba cómodo aplicándoles correctivos violentos a los perros conflictivos que recibía.

De manera paralela, Borge trabajaba con un animal de una clienta que manifestaba un comportamiento violento muy severo, puso en práctica este tratamiento no violento y constató que el animal evolucionaba hacia un carácter más dócil. Ese fue el punto de inflexión para que Cayetano Borge decidiera especializarse en la vertiente positiva. En estas semanas comenzará a funcionar su centro de adiestramiento en la capital cacereña con servicios de educación canina individual y en grupo. En ese sentido, asegura que ha puesto en marcha esta iniciativa porque le "encantaría aportar un granito de arena en un ámbito en el que España está en pañales".

Entre los factores que afectan a la terapia de evolución del comportamiento se encuentra el entorno, según relata el experto, quien afirma que el compromiso de los dueños y el ambiente en el que se encuentren los animales son de vital importancia para su reeducación. Asimismo, detalla otro factor: la paciencia. Asevera que es un proceso muy lento porque con la escuela tradicional "enseñas al animal a bloquear resultados y obtienes resultados muy rápidos, pero la dinámica es el miedo o la imposición, añadiendo más estrés a su vida". Del mismo modo, apunta que a nivel nervioso, los perros no difieren mucho del humano y, por ello, adquirir confianza supone "un proceso más laborioso". Por otro lado, este experto en educación asegura que en España cada vez hay más profesionales en esta materia, pero manifiesta que "en España estamos fatal" y hay mucho que trabajar al respecto".

Reflejo para los dueños

"Trabajar en positivo es fijarte en todos los valores" apunta Cayetano Borge. Aparte de factores externos como el entorno, es necesario tener en cuenta valores concretos como la edad, la capacidad física y la situación emocional que puede alcanzar el perro, lo que supone una actuación más individualizada.

"Es complicado pero gratificante", matiza Borge y añade que "la gente que decide trabajar así, tiene unos resultados estupendos y vive un vínculo con tu perro, como ocurre con los humanos". "Tú puedes enseñar a un crío a través de métodos de acción reacción y va a aprender, pero con el tiempo estará más cómodo con otra persona que contigo. Lo más importante es enseñarle sin destruir su confianza", apunta Borge.

El experto en educación puntualiza que el matiz reside en la "actitud a la hora de afrontar el reto de la educación". Además, añade que eso se refleja positivamente en la persona porque "cuanto más seguro está, menos frustraciones proyecta con el que le rodea y eso repercute en la sociedad".