Antonio Luis Suárez, hombre polifacético donde los haya. Entregado a la música en cuerpo y alma, vive a caballo entre Cáceres, donde actualmente reside; Plasencia, donde ejerce como director del conservatorio, y Madrid, ciudad que ha elegido para continuar sus estudios. Respira música por los cuatro costados. Cercano, bromista, extrovertido y conversador incansable, está lleno de ideas innovadoras. Emprendedor, trabajador y comprometido con la música. En definitiva, un gran amante de su tierra.

--¿Dónde nace Antonio Luis?

--En Cáceres, soy el mayor de dos hermanos.

--¿Cómo recuerdas tu infancia?

--¡Entre el piano y frigoríficos! Mi padre trabajaba en Fagor, antes de sacar la plaza del conservatorio. Compaginaba el trabajo con los estudios de música y también ser padre de familia. Después del esfuerzo, llega la recompensa.

--¿Qué recuerdos tienes de tu adolescencia y juventud?

--Siempre vinculados con la música. Hemos viajado mucho y conocido a profesores de otros lugares y muchas formas de ver la música. Desde muy pequeños nos hemos ido empapando de ella y enriqueciéndonos con ella.

--¿Cómo empezó el gusanillo?

--Con un padre músico- ¡imagínate! Siempre hemos visto a mi padre estudiando música, viendo cómo analizaba las obras, siempre entre partituras. Nos enseñó a escuchar todo tipo de música y a valorarla como tal.

--¿Qué música escuchabas?

--Me encantaba la música nacionalista rusa: Tchaikovsky, Alexander Borodin, Mussorgsky, Korsakov... He oído mucha música sinfónica y orquestas. Siempre me atrajo la dirección.

--¿Un rincón preferido?

--La plaza de San Mateo.

--¿Qué cambiarías de tu ciudad?

--La forma de ser de una inmensa mayoría de los ciudadanos. Cáceres es un trocito de cielo, una ciudad con una gran calidad de vida. Tienden a enfadarse, protestar y criticar, pero siempre detrás de la línea y, a la hora de la verdad, no hacen nada por cambiarlo. También facilitaría más licencias para abrir bares con música en vivo.

--¿Cómo definirías la ciudad?

--Crisol, una unión de muchas formas. Tenemos Womad, pádel, Semana Santa, festivales, teatro, premios y ferias, pero pocas ciudades tienen lo que tiene ésta. Habría que concienciar de que la cultura cuesta dinero.

--¿Un día de trabajo?

--Lo primero que hago es atender todos los correos que llegan de proyectos, que no son pocos. Primer destino, el Brocense para temas del Conservatorio de Plasencia. A mediodía procuro llegar pronto a casa y comer con mi mujer. Después estudio piano. Un músico jamás deja de estudiar. Todo lo compagino con mis estudios en Madrid de Dirección de Orquesta. Y por las tardes, al Conservatorio de Plasencia.

--¿Lugares para tomar algo?

--Me gusta Boogaloo. Tomo algo y escucho música en vivo.

--¿Qué lugar eliges como destino para desconectar?

--Los Barruecos, en Malpartida de Cáceres y el Monte del Casar. Monto mucho en bicicleta de montaña. Salimos los fines de semana por los alrededores; Guadiloba, Sierra de Fuentes...

--¿Qué significa ser cacereño?

--Ser persona y tener una responsabilidad. Al igual que en la familia, en el trabajo tienes que ser responsable.

--¿Qué recetas extremeñas te gustan más?

--El gazpacho de mi mujer, ¡El mejor del mundo entero! También me gusta mucho la sopa de tomate con higos.

--¿A qué no estarías dispuesto a renunciar por tu carrera?

--A cualquier cosa que estuviese relacionada con la persona. Lo fundamental es la gente que está a nuestro lado.

--¿Cómo te definirías?

--Discreto, inquieto, de trato fácil, extrovertido y reservado.

--¿Proyectos?

--El principal proyecto está relacionado con el embarazo de futuras mamás. A partir del cuarto mes de gestación, quiero trabajar con música y poesía con estas futuras madres. Pretendo que las sensaciones y emociones que les provocan la música y la poesía les sean transmitidas a sus futuros hijos. Otro es conseguir que el Conservatorio de Plasencia siga siendo referencia de la educación musical en Extremadura. El Conservatorio de Plasencia es el único centro de la región que cuenta con todas las formaciones de cuerda y viento, más la orquesta de púa. Otro proyecto es desarrollar un ciclo de conciertos sinfónicos, en el que tengan cabida todos los estamentos de edad de la sociedad e incluso que abarque todo tipo de estilos musicales; en nuestras lista de colaboraciones, realizadas y por realizar, están artistas de la talla de Los Secretos, Jeanette, Santiago Auserón, Estela de María, Pilar Boyero, Raquel Palma. Las próximas fechas que tenemos con la Banda Sinfónica de la Diputación de Cáceres son el 27 de diciembre con Jeannette y en marzo con Auserón. También me planteo poder ofrecer una programación para toda la ciudadanía, no sólo en Cáceres, sino en el resto de la provincia y también poder llevar la música culta a cualquier rincón de Extremadura.