Miles de escolares cacereños repartidos en cada uno de los centros educativos de la capital y provincia celebran desde ayer diversos actos con motivo del Día Mundial de la Paz y la No Violencia. Los alumnos dedican parte de su jornada lectiva a reflexionar sobre la necesidad de acabar con las guerras y reclamar un mundo en paz. Para ello, los estudiantes vienen protagonizando cadenas humanas, sueltas de palomas y, sobre todo, recitales de poesía y diversos cantos.

En la mayoría de los centros se recordó la actual situación que se vive en el conflicto entre EEUU e Irak, con la última escalada de acusaciones y declaraciones belicistas, lo que parece indicar la antesala de lo que será un nuevo conflicto armado en esta zona del planeta.

No faltaron ayer, asimismo, un tiempo de silencio en recuerdo de las víctimas del terrorismo, la colocación de pancartas o la instalación de murales, actividades que tenía en común el interés de los escolares por trabajar por un mundo sin conflictos y donde el diálogo sea el vehículo más preciado para solventar los problemas que hoy acucian a todos los pueblos del mundo.