He vendido el doble que en el arranque del año pasado. No puedo estar más satisfecho». Así lo explicaba ayer el propietario del puesto de Quesos Argudo en la plaza de la Soledad, que repartía tortas de cabra a diestra y siniestra avaladas por diversos premios nacionales. Como él, los restauradores de la plaza de Santa María y del Zoco Árabe, en San Mateo, no paraban de servir kebabs, pizzas, crepes, pescado frito, chorizo criollo, patatas asadas y un sinfín de delicias. La nueva edición vuelve a llenar el casco viejo y zonas aledañas.

«Esta mañana había gente desde las diez esperando a que abrieran los puestos (un total de 155). Ahora va a comenzar el concierto de Música Andalusí en la plaza Mayor y tenemos mucho público», indicó anoche una representante de la organización. Lo cierto es que el mercado ofrecía una imagen bastante animada, ya que el programa es más variado y nutrido, con numerosas actividades y ambientaciones callejeras que se suceden sin descanso.

No obstante, los artesanos cacereños no comparten esta satisfacción general. «Nos han ubicado en el Foro de los Balbos (...), que no es ni de lejos la mejor situación para las ventas», explicó ayer Rubén Fernández a este diario, achacando lo ocurrido a la empresa organizadora. El titular de la misma, Pablo Llorente, respondió que pese a la imposibilidad de atender todas las demandas (se han quedado fuera 200 puestos), los 17 artesanos cacereños han sido ubicados gratuitamente en el Foro o con descuentos del 30% en San Jorge y San Juan. A Rubén le han dicho que le devolverán el dinero adelantado, pero se siente «engañado».

El Mercado Medieval entra hoy en sus jornadas grandes, con visitantes llegados de distintos puntos de Extremadura. Durante doce horas se sucederán espectáculos teatrales de calle, bailes, música medieval, exhibición y vuelo de rapaces, torneo de caballeros, pasacalles, espectáculo nocturno itinerante con pirotecnia y un concurso de queimadas, entre otras muchas citas.