Mientras para la prensa y los cargos de cualquier partido las elecciones para la agrupación local tienen una gran importancia, la militancia pasa de ellas. Más del 50% no acuden a la asamblea que debe elegir la del PSOE. Esto obliga a valorar en primer lugar la importancia de dicho órgano y en segundo lugar la manera de celebrar las elecciones. Que el órgano no tiene ninguna relevancia más allá de tratar de controlar futuras listas electorales y poner chinitas o apoyar, según convenga a unos cuantos, al grupo municipal, lo demuestra su actuación a lo largo de años. Que estas elecciones son una lucha por situarse y quedan reducidas a grupitos con pretensiones, e incluso a veces se hereda, lo dicen los militantes diariamente.

El resultado de colocar a cargos relevantes en la local tiende a adormecerla. Si la misma persona que lleva un área en el ayuntamiento, o incluso la alcaldía, es la que dirige la misma sección en el partido ¿será posible la crítica? ¿podrá elaborar documentos que vayan en otra dirección a la marcada?. Acaso ni siquiera se podrá estudiar ni proponer tema alguno, y se da la impresión de que se trata de tener todo controlado. Por otra parte, parece que muchos militantes ni siquiera se creen que haya un pacto definitivo. No debe olvidarse que esta lista tiene el apoyo de 176 afiliados, incluidos los 41 componentes de la misma y sus allegados.