El proyecto de la mina de Valdeflores sufrió ayer un importante revés con las inesperadas declaraciones de la alcaldesa, Elena Nevado, y del presidente del PP, José Antonio Monago, en Mérida, en las que anunciaron un «no» rotundo a la explotación de litio así como la contundente negativa a modificar el Plan General Municipal para que el proyecto salga adelante. Con este anuncio, los populares dan carpetazo a la iniciativa, que tampoco cuenta con el visto bueno de los grupos municipales del PSOE y Cáceres Tú, que han vuelto a reiterar su posición en contra. Ciudadanos ayer evitó pronunciarse.

Los populares, que solicitaron una comparecencia del consejero de Economía, José Luis Navarro, para que explique «con luz y taquígrafos» el proyecto, aseguraron que «ofrece muchas dudas y mucha incertidumbre y probablemente supondría una cicatriz irreparable», al tratarse de una explotación a cielo abierto que dañaría el paraje de la Montaña.

Monago indicó que la Junta «todavía no ha dicho claramente cuál es su posición» y recordó que en 2016 sí «autorizó los estudios de investigación para esta mina», aunque sentenció que «el requisito básico» para permitir la explotación es una modificación del Plan General Municipal de Ordenación Urbana, ante la que el PP está en contra.

Por su parte, la alcaldesa, en declaraciones a este diario, señaló que su negativa a la mina parte del momento, «en que descubro -dijo- que vienen a expoliarnos y llego a la convicción absoluta de que este proyecto solo quiere explotarnos, nos van a dejar un hoyo y se van a llevar el litio».

Nevado dijo que su ‘no’ a la explotación es fruto de un estudio elaborado por el ayuntamiento para analizar «los pros y contras» del proyecto. Detrás de la mina está la multinacional australiana Plymouth, en colaboración con la empresa española Grupo Sacyr, y su filial Valoriza Minería, que a su vez ha creado una pequeña empresa para este proyecto, Tecnología Extremeña del Litio, que solicitaron el 10 de octubre el permiso de explotación a la Junta de Extremadura. Elena Nevado criticó la inconcreción de la empresa, «primero nos hablaron de 100 puestos de trabajo, luego de 200. No, no me cuadran esos números tan endebles. Esto no es África», apuntó.

Nevado insistió en que desde la Junta le «llegaron unos informes favorables para investigación de explotación de la mina y a mí me piden una licencia de obra menor. Pero es que estos de la mina vienen a llevarse la riqueza y como alcaldesa no puedo permitir esto. No estamos hablando de una industria que vaya a transformarnos sino de un proyecto de explotación y especulación».

La jefa del ejecutivo añadió que «está bien que se estudie y se investigue esa explotación», pero insistió en que para permitir la actividad extractiva habría que modificar el Plan General y que la Montaña dejara de ser protegida. «El plan no se va a cambiar porque esto es un despropósito».

Lamentó la alcaldesa la tibieza del PSOE local ante «la postura de la Junta al proyecto» y también arremetió contra Podemos: «Tendrían que haber condicionado los presupuestos regionales a una negativa de la Junta a esta iniciativa». Y zanjó: «si mañana viene una gran empresa, si me garantizan que habrá una industria de fabricación de coches potente en Cáceres, les regalo hasta el suelo y modifico lo que tenga que modificar, pero así, no».

EL PSOE / No tardó en reaccionar a estas declaraciones el portavoz socialista Luis Salaya, que celebró el cambio de postura de Elena Nevado sobre la mina de Valdeflores, «ya que se suma a la postura en contra que ha mantenido el PSOE». Criticó «su doble moral porque ahora, tras las protestas de diversos colectivos ciudadanos, se posiciona totalmente en contra cuando al inicio fue una de las abanderadas del proyecto».

«Nos sorprende -comentó Salaya-, ya que en julio del año pasado Nevado calificó de agoreros a quienes se oponían a la mina, calificando el proyecto como una verdadera oportunidad». Salaya aclaró que «la Junta no tiene posicionamiento sobre la mina porque no tiene que tenerlo, su obligación es tramitar los permisos y expedientes que correspondan porque es la administración competente para ello, pero la última palabra la tiene el ayuntamiento porque es competencia municipal decidir si cambia el uso del suelo para que se pueda llevar a cabo». El ayuntamiento, añadió Salaya, «ha dado permisos de obras para los trabajos que se están realizando, pero para que la mina sea una realidad es necesaria la modificación del Plan General, y la alcaldesa ya se ha mostrado en contra».

En este sentido, el portavoz del PSOE en la Asamblea, Valentín García, dijo ayer a preguntas de los periodistas, que la mina depende exclusivamente de lo que el ayuntamiento quiera hacer con el Plan Municipal. «La mina ha solicitado una serie de permisos para la prospección minera a la Junta que es la administración competente, con independencia de esos permisos -sean positivos o no para la instalación de la mina en Cáceres- es necesaria la modificación del PGM y, por tanto, cambiar las normas urbanísticas de la ciudad y eso es competencia exclusiva del ayuntamiento», explicó. «Si el portavoz regional del PP y la alcaldesa han dicho que no, ya no hay ninguna respuesta, la respuesta es la que haya dicho la alcaldesa de Cáceres. Esto está exclusivamente en manos del Ayuntamiento de Cáceres. Si quiere modificar o no su plan y las normas urbanísticas de la ciudad, lo demás es generar un debate político que no existe. Está todo dicho», concluyó García.

También el Grupo Municipal CACeresTú (Podemos) reiteró su oposición a la mina y mostró su sorpresa «ante el cambio de postura radical de la alcaldesa cuando en ningún momento ha mostrado interés en ofrecer la información de la que disponía». Podemos recordó que el pasado mes de septiembre presentó una moción para crear una comisión que estudiara el desarrollo y posibles consecuencias de la mina, «que salió adelante con la oposición del PP». La moción fue aprobada, «pero no han hecho nada por crear esta mesa y dar información a las personas y colectivos que puedan tener interés directo e indirecto en este asunto».

La formación calificó de «muy grave» que la Junta enviara en noviembre pasado el plan de explotación, e incluso que haya un informe de un técnico municipal favorable a ese plan, y que el equipo de gobierno no haya dado información sobre ello ni haya convocado la mesa. Podemos reiteró su oposición a la mina, «que ya hicimos pública desde el principio por muy diferentes motivos, como la proximidad al nuevo hospital, y los posibles problemas de salud que puede acarrear». También por los problemas de abastecimiento de agua de la ciudad. Además, «la Montaña tiene para muchas de las personas de Cáceres un significado trascendente y espiritual, y la localización del santuario implica el impacto inevitable por la explotación proyectada», finalizó.

Aunque ayer el grupo Ciudadanos no se pronunció, sus últimas declaraciones son del lunes cuando el portavoz Cayetano Polo dijo: «Parece que sí han existido reuniones tanto en la Consejería de Medio Ambiente y Rural como en el consistorio cacereño en las que las administraciones autonómica y local están presentes junto con la empresa que quiere trabajar en la mina. Reuniones que existen casi de tapadillo».

Y añadió: «Exigimos respuestas, transparencia en todo este expediente. No sabemos si el proyecto está registrado o no, no sabemos en qué situación se encuentran los informes, no sabemos si se ha iniciado el estudio de impacto ambiental, no sabemos si el Ayuntamiento de Cáceres, que en su Plan General Municipal prohíbe la extracción de litio, aun así da permisos para las prospecciones que se están realizando en la mina, no sabemos si los caminos que se están abriendo para estas prospecciones están vulnerando la normativa medioambiental autonómica».

LA PLATAFORMA / Tampoco tardó en reaccionar la Plataforma Salvemos La Montaña, que dijo textualmente: «Agradecemos que por fin los partidos van pronunciándose abiertamente sobre la mina. Cuando conozcan, como la plataforma, toda la información que ya publican las empresas promotoras a sus inversores, lo van a tener más claro aún. Queremos hacer una reunión informativa con todos, simultáneamente, y abierta a la ciudadanía, para compartir todos los detalles que hasta ahora tenemos. Hay que parar los pies a la nueva burbuja que está colonizando nuestro territorio: la de la depredación salvaje de los recursos mineros. Nosotros seguimos adelante. Somos una plataforma ciudadana, somos apartidistas, y buscamos una meta. Quien quiera empujar que se ponga detrás y empuje. Delante ya hay mucha gente sin dudar desde el principio».

Este movimiento, que el 3 de febrero a las 12.00 tiene prevista una concentración en la plaza Mayor, nació el verano de 2017 como oposición unánime al proyecto de mina a cielo abierto en las antiguas minas de Valdeflores. La sucesión de acontecimientos acelerada por las compañías mineras con sus prospecciones y «agresiones continuadas», a propiedades privadas y a los valiosos recursos naturales y culturales del Valle del Arroyo Valhondo, motivó la unión de personas y colectivos conocedores de los plazos legales, épocas sensibles, el grave impacto que supondría, y el altísimo valor de un espacio natural accesible desde una ciudad Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

A juicio de la plataforma, en el siglo XXI el desarrollo no puede ser si no es sostenible, y un proyecto de mina como este no es compatible con esta sierra que se extiende tan solo unos 7 kilómetros hacia el sureste del casco histórico. El colectivo recuerda que la Montaña es el mejor representante del ecosistema mediterráneo, muestra de una biodiversidad reconocida en Europa y el mundo y constituye un pulmón incomparable con infinidad de plantas y animales y un espacio de esparcimiento y mejora de la salud para muchos ciudadanos, además de recurso turístico y educativo muestra de un choque de placas tectónicas de hace más de 300 millones de años.