La mayoría de los ciudadanos disfrutan de su jubilación a los 65 años, incluso antes, pero no los sacerdotes. El descenso en las ordenaciones les está obligando a seguir en sus funciones más allá de los 70 años para poder atender las demandas de las parroquias, hasta que realmente se ven obligados a retirarse. La Diócesis de Coria-Cáceres registra una situación similar a la media nacional: el 49% de sus 156 sacerdotes superan los 70 años, pero además, un 60% ya han cumplido los 60 años y un 70% están por encima de los 50. Por tanto, el futuro de las parroquias dependerá también, en buena medida, del trabajo pastoral que desempeñen religiosos, laicos y diáconos permanentes, que ya están cursando estudios religiosos de rango universitario para asumir estas tareas.

Así lo revelan los datos facilitados por Jesús Moreno, vicario de Pastoral Social, en esta semana en la que se celebra el Día del Seminario (22 de marzo). En total, la diócesis tiene 157 parroquias en las que los ciudadanos se bautizan, se casan, reciben catequesis, acuden a sepelios, se confiesan, van a misa o piden ayuda y consejo. Para atender estos y otros muchos frentes, ahora mismo se contabilizan 156 sacerdotes, de ellos 106 en activo, 21 extradiocesanos que trabajan pastoralmente en esta diócesis y 21 jubilados. En definitiva, algunos deben atender dos, tres y hasta cuatro parroquias, y la mayoría ni siquiera se plantea retirarse más allá de los 70 años.

"El descenso de la práctica religiosa de los jóvenes, la pérdida del sentido de Dios en la vida y la caída de la natalidad explican esta situación. La propia universidad recorta sus alumnos años tras año, y también se aprecia un descenso del compromiso tipo ONG. En cambio, existe un aumento de las vocaciones en los países en vías de desarrollo", explica Isaac Macarro, rector del Seminario Diocesano.

Precisamente, en estos momentos hay 6 alumnos en el seminario mayor más un diácono, un número que ya se registraba hace 25 años y que después repuntó. El seminario menor (ESO y Bachillerato) ha crecido hasta los 24 alumnos, por encima de la media de muchas diócesis.

Pero además, en estas instalaciones se ubica el Instituto de Ciencias Religiosas, dependiente de la Universidad de Salamanca, donde religiosos, laicos y futuros diáconos pueden diplomarse o licenciarse. De hecho, hay 40 alumnos inscritos que tendrán un papel importante en el futuro de las parroquias, ya que se les faculta para desempeñar funciones que tradicionalmente solo realizaba el sacerdote. "Será relevante la figura del diácono permanente, que puede tener una familia y presidir bodas, bautizos, entierros o realizar otras tareas, salvo confesar y consagrar", explica Jesús Moreno. Ya hay tres enejercicio y 15 en formación quecursan la diplomatura en CienciasReligiosas (tres años de estudioscon rango universitario).

Sin embargo, la preparaciónmás dura, compleja y exigentesigue estando en el seminariomayor, donde el camino al sacerdociorequiere seis años: dos decontenido filosófico fundamentalmente,y otros cuatro de contenidoteológico, según explicael rector. Los alumnos residen enlas instalaciones y tienen el mismoderecho a las becas universitariasque el resto de jóvenes.

`PRÁCTICAS´ / Tras finalizar susestudios, los seminaristas desarrollanuna experiencia pastoralde alrededor de un año en unaparroquia, con el acompañamientode un sacerdote (en ciertomodo similar a las prácticasde otras carreras universitarias),para integrarse en el presbiterio.Posteriormente tienen lugar lasordenaciones, que durante losúltimos años se mantienen a unritmo de dos o tres por año.

Y aunque los seminaristas dehoy sienten la vocación con lamisma intensidad, "porque esono cambia, es cuestión de sentirla llamada y de responder en libertad",señala Isaac Macarro, síes cierto que sus actitudes hancambiado. "La diferencia fundamentales que son hijos de sutiempo, nacidos en un mundomás consumista y hedonista, sibien tienen otros valores muy acentuados:la espontaneidad o lacercanía", subraya el rector.

Pero el seminario, levantadoen los años 50 con donacionesde todos los cacereños, no soloestá al servicio de los alumnos.Cientos de personas relacionadascon los movimientos de laIglesia se encuentran allí cadames, y estos días, sin ir más lejos,se concentran 500 adolescentes.Además, existe un proyecto parareformar el salón de actos y ofrecerloa la ciudad como centro religioso,teológico y pastoral.