Si ha habido algo que caracterizara esta feria, ha sido la invasión de mariposas nocturnas. En su peregrinaje migratorio hacia el norte del país, la especie conocida como Autographa gamma o polilla de plata ha hecho una escala festiva en el ferial atraída en masa por la potente luminosidad del mismo.

Nadie ha podido pasar por alto la abundancia de estos insectos alados dentro y fuera del recinto. Una primavera abundante en hierba y un año anterior especialmente seco propician este fenómeno entomológico que ya vivió Cáceres hace diez años, el 5 y 6 de junio de 1996, por circunstancias similares, según explica Antonio Morcuende, un experto cacereño en fenómenos de este tipo.

Morcuende explica que cuando el tiempo viene favorable para este lepidóptero, al romperse el equilibrio biológico, se produce una explosión demográfica que las hace emigrar hacia zonas septentrionales. "El pasado día 24, al atardecer, por los campos de Almaraz, volaban miles de ellas --relata--, chocándose muchísimas con los vehículos que circulaban por la autovía en dirección a Trujillo".

Estas que invaden Cáceres estos días y que especialmente se han hecho notar en el ferial, "porque les atrae la luz", razona Morcuende, proceden del sur del país o incluso de Marruecos. Aunque molestas, son inofensivas para el ser humano. Sólo sus huevos, o más concretamente las orugas de color verde que saldrán de los mismos, sí son perjudiciales para algunos cultivos e incluso plantas de hogar.

"Será cuestión de días que desaparezcan de nuestras latitudes", afirma Morcuende, "en cuanto la hierba se seque por el calor".