El consistorio y colectivos de la localidad de Monroy son contrarios a la construcción de la presa que se ha proyectado en una cerrada del Almonte para mejorar el suministro de agua a Cáceres. Esta oposición se explica en las reclamaciones presentadas el pasado viernes al plan para la regulación del río Almonte. Su rechazo se basa en que hay otras alternativas con un impacto inferior. Es una valoración que no coincide con la de 182 cacereños que a título personal han apoyado con sus firmas una alegación que tiene un doble objetivo: respaldar la opción del Almonte y advertir del riesgo de seguir consumiendo agua del embalse de Alcántara, que es una de las alternativas al río Almonte que se barajan .

Este semana acaba el plazo de entrega de alegaciones al proyecto de mejora del abastecimiento de agua a Cáceres, Malpartida y Sierra de Fuentes. La Confederación Hidrográfica del Tajo, que depende del Ministerio de Medio Ambiente, ofrece cinco opciones. A la inicial (un embalse en el Almonte) se han añadido otras soluciones (Portaje, una nueva captación en Alcántara, una mixta de Portaje y Alcántara y Salor).

Del estudio de las alegaciones saldrá la solución que se acometerá. El gobierno municipal cacereño ya ha hecho público que su opción es el Almonte por capacidad y calidad del agua. La plataforma ciudadana constituida hace más de un año para defender el Almonte es partidaria de Portaje y de la aplicación de medidas para el ahorro de agua. A estas reclamaciones se suman, entre otras que se presentarán, las realizadas desde Monroy y las de ciudadanos a título individual.

El nuevo embalse afecta a los municipios de Monroy y Trujillo. La repercusión en la primera de las localidades es incluso mayor por su proximidad, ya que está a unos tres kilómetros del enclave donde se proyecta la presa. "Hay otras opciones, que se estudien", manifestó ayer Francisco del Sol Pérez, alcalde de Monroy. Del Sol recordó la importancia que la actividad ganadera tiene en la población y que la realización de una presa "reduciría la capacidad de explotación". El alcalde añadió que propiedades municipales, incluida la dehesa boyal, en tres fincas quedarían afectadas por obras que "además tendrían un impacto ambiental".

OTROS COLECTIVOS "No queremos vernos con el agua al cuello", subrayó ayer Luis Alvaro Rosado, presidente de la asociación de cazadores, uno de los colectivos que han alegado. "Es como si quisiesen que la ronda este pasase por el arco del Cristo, eso es lo que quieren hacer con Monroy", añadió Rosado al destacar los valores ambientales del Almonte y recordar que hay alternativas.

Una de esas opciones, la construcción de una nueva captación en el embalse de Alcántara, es rechazada en la reclamación que respaldan 182 vecinos de Cáceres. En esta alegación se recuerda que al Tajo "vierten sus aguas residuales" ciudades como Madrid, y se advierte de que son aguas con "un gran riesgo para la salud por discurrir junto a tres centrales nucleares (Trillo, Zorita y Almaraz)". Además se apunta que el abastecimiento a Cáceres depende actualmente de un trasvase que está en la cola de Alcántara y también, en relación a la depuración, se dice que las aguas sucias de Cáceres "no se depuran en su totalidad".