El oscurecimiento de los barnices y pequeños desprendimientos en la policromía de las imágenes de santa Ana, san Joaquín y san José han hecho que la Cofradía de la Montaña afronte la restauración de estas tres tallas. Además, los dos santos estaban afectados por la carcoma, por lo que antes de iniciar los trabajos para restaurarlas se han sometido a una cura y se han tratado para prevenir futuros ataques de insectos silófagos en una empresa de Badajoz.

La restauración de las imágenes la están llevando a cabo Angeles Penis y Gracia Sánchez-Herrero Rosado, de Gótico Restauraciones, a cuyo taller llegaron las tallas tras pasar por la Fundación Mercedes Calles y Carlos Ballestero con motivo de la exposición organizada con motivo del centenario de La Montaña.

"Al trasladarlas nos dimos cuenta de que, aunque no estaban en muy mal estado, merecía la pena cogerlas antes de tiempo y hacerles unos retoques", explicó Javier Acedo Reifarth, vicemayordomo de la Cofradía de la Montaña. Añadió que cada "seis o siete años se revisan el retablo y los demás elementos" y anualmente, aprovechando que la Virgen se traslada a la ciudad, se realiza una limpieza del templo y su entorno.

La restauración de santa Ana ya ha concluido y, según las previsiones de las restauradoras, las tres tallas volverán al santuario en septiembre. Las imágenes, según explicó Angeles Penis, se han sometido a un tratamiento de limpieza para eliminar los barnices oscurecidos, así como algunos "pequeños repuntes". El paso siguiente es rellenar las grietas provocadas por la unión de las piezas de madera. Por último, se tratan los pequeños desprendimientos de la policromía "estucando la superficie y reintegrando el color", indicó la restauradora cacereña.

Estos pasos ya se han seguido con santa Ana y en la actualidad, están trabajando con san José y san Joaquín y la previsión es que las tres tallas vuelvan al santuario de La Montaña en el mes de septiembre. Las imágenes son de madera maciza y una de sus partes más dañadas son las manos, "que sufren muchos roces y se deterioran con mucha facilidad", apuntó Penis.

La talla de santa Ana, obra de José Salvador Carmona y de gran devoción entre los cacereños, ocupa un retablo en una de las capillas laterales del santuario. Mientras, san José y san Joaquín se ubican en el retablo mayor. Angeles Penis señaló que las tallas presentaban, salvó los daños por los que han sido tratadas, "un buen estado general". "La Montaña siempre ha mostrado mucho interés por cuidar su patrimonio", añadió.

LO MAS GRAVE En este sentido, la restauradora indicó que lo "más grave" era el ataque de carcoma que afectaba a los dos santos. Para erradicar a estos insectos silófagos, según explicó Penis, las tallas se han introducido en una cámara a -23 grados, una temperatura que se incrementa de forma paulatina. El último paso del proceso es introducirles un gel realizado a base de "permetrina para envenenar la madera y prevenir futuros ataques".

En cuanto a otras actuaciones previstas por la cofradía, Acedo Reifarth explicó que en el mes de septiembre se retomarán los asuntos que tienen "en cartera", como las pequeñas obras de mantenimiento que se realizan todos los años en el santuario con la llegada de las lluvias para evitar las goteras.

Asimismo, el vicemayordomo de la Cofradía de la Montaña afirmó que los cofrades, "aunque parezca mentira", ya se encuentran preparando el próximo novenario en honor a la patrona cacereña "porque exige mucho trabajo", argumentó. Acedo añadió que también en septiembre --los hermanos se reúnen todos los lunes del año, excepto en los meses de julio y agosto-- comenzarán a trabajar en la Navidad.