Gresite, azulejos, telas, piedra,... Cualquier material le vale al cacereño Santiago Sánchez Junco para elaborar sus mosaicos. Corta las piezas una a una a mano, un trabajo 'de chinos'. Desde que se embarcó en esta aventura, hace cinco años, ha realizado ya más de un centenar de obras de temas variopintos; desde una recreación de la ciudad monumental, hasta retratos de personas, siluetas de aves o colgantes.

Su última actuación fue en Salorino, su localidad natal, donde elaboró un mosaico en la entrada del municipio y que da la bienvenida a los visitantes. "Tenía muchas ganas de hacer un trabajo para mi pueblo. Hablé con el alcalde y me pidió hacer una entrada. Se me ocurrió que los habitantes podrían colaborar conmigo en su elaboración. Les enseñé la técnica y todos me ayudaron poniendo las piezas", explica Santiago Sánchez desde su taller, situado en la calle Arequipa, en la barriada del Perú (www.mosartemosaicos.es ). Ahora su intención es desarrollar actuaciones participativas como esta en otras localidades de la provincia y de la región para dar a conocer su técnica.

Por casualidad

Llegó al mundo del mosaico casi por casualidad. Estudió un ciclo superior de Arte en Mérida --su trabajo final fue la elaboración de un mosaico-- y luego estudió otro ciclo de carpintería. Llegado a este punto se paró a pensar en porqué no montar un negocio por su cuenta de creación y restauración de mosaicos. Y así fue. "Mis padres al principio no lo veían. Empecé en una cochera donde guardaba todo el material reciclado que encontraba. A lo largo de los años mis padres han visto que puedo vivir de esto siempre que no pierda la ilusión y las ganas de trabajar", cuenta Santiago Sánchez.

Su trabajo ha llegado hasta la basílica de la Anunciación de Nazaret, de cuyas paredes cuelga una representación de 2x70 metros de la Virgen de Guadalupe, elaborado con gresite y azulejos. "Es la obra más importante que tengo. Hice el boceto a mano y tuve que encargar las teselas en Italia porque aquí no las había. Con tenazas y una piedra pulí a mano todas las piezas", dice Santiago Sánchez Junco.

Desconocimiento

El artista cacereño indica que en la región existe un desconocimiento acerca de esta técnica: "La gente no conoce esta disciplina y no sabe realmente cuál es su validez", dice. Para ello ha preparado exposiciones y ha realizado cursos de formación con la intención de mostrar su técnica a los cacereños. Ahora intenta abrirse un camino en el comercio de China y EE.UU el futuro, asegura, está en la exportación.