Yo soy de Barcelona y él de Almería y acabamos de conocernos". Sorprendía oír estas palabras viendo quien las pronunciaba mantenía una animada charla con su interlocutor. El objeto de su conversación y lo único que tenían en común era, precisamente lo que les une en Cáceres: la pasión por la moto.

Como ellos dos, más de 700 moteros, según la organización, están inscritos en la concentración que desde el pasado viernes desarrolla el club custom cacereño Buitres Leonaos. "Y están empezando a llegar ahora. Esperamos para mañana --por hoy, domingo-- unas 200 inscripciones más de los pueblos cercanos a Cáceres", explicaba ayer Juan Carlos Zambrano, uno de los organizadores, desde la plaza Mayor, donde comenzaba la agenda prevista para la jornada de ayer: visita (a pie) por la ciudad monumental por la mañana, asado argentino para comer en la explanada de la Universidad Laboral, juegos y documentales sobre el mundo de la moto por la tarde y la ruta de las antorchas por la noche.

SOLEMNE El desfile de los moteros portando las antorchas constituye uno de los momentos más solemnes de la concentración, y con él homenajean a los compañeros que han fallecido. El resto de las actividades se desarrollan en un ambiente mucho más festivo. "Y cada vez con más gente porque ahora las motos están en muy buen momento", apuntaba a este diario Juan Luis Andreu, quien se autoproclamó "el más viejo" de la concentración, con 66 años y casi 50 sobre una moto. "Ya noto que me canso, aunque seguiré de concentraciones", afirma.

La que hasta hoy desarrollan Buitres Leonaos emprende esta mañana el camino de los Barruecos, donde se separarán los caminos de estos moteros hasta la siguiente concentración. Ese intervalo lo resumía el custom barcelonés Guillermo Cáceres: "El lunes dejo la camiseta negra y las botas y vuelvo a disfrazarme de contable para ir al trabajo".