La movida madrileña fue un movimiento contracultural surgido durante los primeros años de la Transición de la España posfranquista que se prolongó hasta finales de los 80. La madrileña se convertiría muy pronto en la movida española y Cáceres tampoco escaparía a ese tren que encontraría en la plaza y La Madrila su más placentera estación.

La Machacona, Rita, Bols, Acuario, Plató... marcaron la época dorada de la movida. De vez en cuando Cáceres se despereza y vuelve a subir a ese tren del placer que de nuevo la transporta al pasado. La última vez fue el jueves por la noche durante la inauguración del recién redecorado Teeboo, el pub que Eduardo Rodríguez Sanjuan tiene desde hace 6 años en la calle Doctor Fleming, corazón de La Madrila Alta.

A Eduardo todos le conocen en Cáceres por Tiburón o por su apócope Tibu. Eduardo nació en Madrid, en Ventas para ser más exactos. Fue al colegio Luz Casanova. Le dieron clase Blanca, Ana, Paulina, Miguel Angel... Tibu pertenece a la última generación de niños madrileños que podían jugar sin peligro en la calle. Sus amigos eran Maxin, El Mosca , José Luis y Raúl, al que llamaban El Buba ...

¿Pero cómo llegó Tibu --nieto de Doroteo e hijo de Luciano y de Julia-- a Cáceres? Bien. Tibu veraneaba todos los años en La Garrovilla, un pueblo de Badajoz. De allí era su tío Alejandro, que ya murió y que estaba casado con Choni, una hermana de su madre.

De La Garrovilla era Rafaela, una chica que vivía en Cáceres. Se enamoraron, así que en los 90 Tiburón se vino a Cáceres. Lo hizo en autobús. Pasado Plasenzuela el conductor tomó la recta y Tibu vio la ciudad al fondo, iluminada, como una postal. Quién le iba a decir a aquel joven camarero que trabajaba en el Al-Borak de Madrid que a partir de aquella noche se quedaría en Cáceres para siempre.

Con la ayuda de Jose y Toño (los de Atrio), Mandi (el peluquero de Duo), Pacolon, el de Soliser... Tibu se hizo un hueco en Cáceres. Y montó La Hacienda, en la calle Niza, donde ahora está La Bele. La Hacienda era un sitio que marcó tendencias porque recordaba mucho al Marc Gregor, que estaba en Antonio Silva y que después se llamó Lorien.

La Hacienda también daba cierto aire al Drinki Pub, que llevaba Felipe Vela y que estaba al lado de la cafetería Fara, que era muy pijita. Todo el mundo quedaba en Fara porque allí había mucha niña mona. Dentro estaban las chicas más pudientes, las que tenían poder adquisitivo para pagarse la copa. Las que no tenían tanta pasta se quedaban fuera. En fin, que el pasaje del edificio Norba, que era como Pijolandia , estaba siempre a reventar. Era tan famosa Fara que hasta Paco Martín se inspiró en ella para componer la canción titulada Nenas , una de cuyas estrofas decía: "Muñecas de escaparate con el conjunto de moda, bien puestito el interior por si acaso algún bribón quisiera verlas a solas" .

Pero volvamos a Tibu. Por La Hacienda pasaron Angel Sánchez, José María Bermejo, Valentín Pinilla hijo, Juan Muñoz, de Aesa, Estellés, Ricardo Sánchez, el dentista... Vamos, que su apertura fue un éxito. Pero un día, y después de 10 años, Tiburón decidió cambiar, irse a Doctor Fleming y abrir Teeboo.

Peperío versus Herismo

Tras la reforma el pub ha quedado muy chulo. Alfonso Pereira y Natalia Sánchez, los decoradores, han tenido muy buen gusto, la verdad (las lámparas son una pasada). La fiesta del Teeboo fue el sarao de la semana. Acudieron los hermanos Rubio (Paco y Alfonso, que son socios de Tibu en la discoteca Down), Pepe Caixa, los periodistas Juan Carlos Vera, Alberto Valiente y Laura Alcázar; Juan Mari Concha, el decano de Derecho, Jaime Rossell, Conrado Gómez, Antonio Sánchez Cirujano, Seli, José Félix Nevado...

Estaban Antonio Martínez Doblas y Angel Marcos con sus chicos del Cacereño, entre ellos Roberto y su tupé Beckham, Chiqui, que es una mezcla entre Ibrahimovic y Sergio Ramos (por aquello de la diadema y el acento) y, cómo no, Cazorla, que es el Chigrinsky del Cacereño. Así que cuando Nando Avila, exjugador del club verde, vio tan animado corralito le dijo a Marcos: "Hombre Angel, ¡¡¡pero si a nosotros antes no nos dejabas salir!!!" .

Acudieron Carmina Santos, Paco Iberia, Susana Calvo, del despacho de Tito Montes, David Vivas, recién llegado de Punta Cana, y ls camarers Cristina, Carmen, Raquel, Pepe y María, que es de Jerez de la Frontera y lleva en Cáceres desde octubre.

Mención aparte merece el peperío , que acudió en masa con toda su troupe. Menos mal que fue Javier Sevillaqueesunamaravilla y el Herismo quedó perfectamente salvaguardado que si no, ¡¡¡¡menudo disgusto!!!!

Por supuesto estaba la musa del peperío , Elena Nevado, que fue con Moncho Notario, su marido. Se conocieron en Acuario. Los casó en San Mateo el padre Gregorio y el padre Tibi. Lo celebraron en el V Centenario y se fueron a Cancún de luna de miel. Llevan juntos 22 años y tienen dos hijas, Cheli y Rocío.

No faltaron Jorge Carrasco, ni Laureano León, que hablaba estupendamente de Elena, ni el secretario general de Nuevassss , José Angel Sánchez, ni siquiera ¡¡¡¡Carlos Floriano!!!, ahora reputado contertulio televisivo.

Horas antes el Gran Teatro recibió a Jeanette y Anni B. Swett, dentro de la programación del Festival Solidario de Cine Español de Cáceres, que organiza la Fundación ReBross de los tres chicos de negro Tinti&Paco Rebollo y Javier Remedios. Lástima que la bombonera cacereña no se petara. Y es una lástima por dos razones: la primera porque el dinero recaudado va a parar a las oenegés Inti Rayni, del médico forense José María Montero que trabaja en Arequipa (Perú), e Ipiranga, de la doctora Tony López, que lo hace en la Amazonia brasileña.

La segunda porque Jeanette y Anni son dos torrentes cuando se suben a un escenario. Anni B. Swett y su orquesta hacen arte de la melodía y Jeanette, con su vestido Lurex, (por cierto la cacereña Miriam Solís le hizo los coros) puso patas arriba la platea.

La madrugada asoma y Teeboo baja la persiana. En la radio del taxi suena Bunbury versionando Frente a frente de Jeanette mientras cientos de jóvenes bajan hacia Albatros en busca de algún resquicio de aquella movida Madrilera que un día llenó de vida y pasión la ciudad del placer.