Beatriz Oliveira, de 46 años, conocida como la portuguesa , falleció ayer carbonizada al salir ardiendo el salón de su vivienda, en el 5º C del bloque número 19 de Germán Sellers de Paz (Aldea Moret). La fallecida vivía sola y estaba enferma, según los vecinos "en estado terminal", por lo que en los últimos días familiares y vecinos habían intentado su ingreso en un centro hospitalario sin lograrlo, según relataron varias vecinas que pidieron no ser identificadas.

Además de la víctima mortal, un vecino de la misma planta resultó intoxicado por el humo al tratar de socorrerla y tuvo que ser trasladado al hospital.

AUXILIO FRUSTRADO El fuego se inició sobre las nueve y media de la noche. Las llamas y el humo alertaron a los inquilinos de los pisos colindantes que avisaron al Servicio de Emergencias 112. Uno de ellos, un hombre de unos 48 años, entró en la vivienda para socorrer a la mujer, aunque "el humo se lo impidió", explicó su hermana a este diario.

El hombre tuvo que ser atendido posteriormente por los servicios del 112 y trasladado al hospital San Pedro de Alcántara por una intoxicación por monóxido de carbono. Al cierre de esta edición, su evolución era favorable, según confirmaron fuentes del servicio 112.

Los bomberos lograron extinguir el fuego con facilidad, aunque cuando llegaron la mujer había fallecido y su cuerpo "estaba carbanizado", afirmó uno de los responsables de las labores de extinción. Los bomberos no pudieron precisar ayer el origen concreto del incendio, pudo ser un brasero, un cigarrillo o cualquier otra fuente. Las llamas sólo afectaron al salón de la vivienda.

La víctima no podía apenas moverse por su enfermedad. "Estaba muy mal. A las siete de la tarde le había llevado yo un café con galletas. Le apagué el brasero, aunque quizás ella lo volvió a encender", especuló una vecina. Esta aseguró también que durante días se había informado a los servicios sociales de la situación de esta mujer, que "apenas podía valerse por sí misma". "Sus hermanas vinieron ayer de Portugal y se la llevaron en una ambulancia al hospital, pero no la ingresaron", declaró.

Algunos testigos afirmaron que en el momento del incendio la mujer podría haber estado acompañada por un amigo, aunque este dato no se pudo confirmar oficialmente anoche.

Al lugar se desplazaron rápidamente 7 dotaciones de la policía local, otra de la Policía Nacional, tres de los bomberos y dos unidades del 112. El suceso provocó una gran expectación en la barriada. Decenas de vecinos, entre ellos muchos niños, se echaron a la calle y se arremolinaron alrededor del edificio hasta el final. Los agentes de la policía local tuvieron que disponer un cinturón de seguridad.

Al cierre de esta edición, el forense de guardia certificaba el fallecimiento y ordenaba el levantamiento del cadáver.