Juanita Franco, mayordoma de la cofradía de los Santos Mártires e impulsora de la tradicional romería en la ciudad falleció el jueves a los 84 años. Ayer tuvo lugar en funeral en la parroquia de San Pedro de Alcántara, a la que pertenecía. Fue oficiado por el obispo Francisco Cerro, con la asistencia del párroco de San Pedro de Alcántara, Juan Gómez, y del de San Blas, Antonio Pariente, de donde depende también la ermita del Paseo Alto en la que se lleva cada año a cabo la celebración de los Mártires.

Doña Juanita, como muchos la llamaban, llevaba un tiempo viviendo en Arroyo de la Luz con su hija. Maestra jubilada, había dejado su piso de Reyes Huertas porque decía que no se encontraba muy bien, pero siguió ligada a la tradición en la que durante años puso todo su empeño e ilusión. Si el Paseo Alto se llena de gente con la romería de los Santo Mártires es gracias al tesón de Juanita Franco, que durante más de tres décadas trabajó para que la ciudad recuperara esta tradición que había caído en el olvido tras la Guerra Civil. El pasado 25 enero no asistió a la fiesta por sus problemas de salud y comenzó a delegar responsabilidades. "Yo ya estoy un poco mayor", decía.

GRAN HUMOR Los más próximos a ella recordaban ayer "el enorme sentido del humor" que mantuvo hasta el final de su vida, así como "su gran simpatía", "su alegría", su "vitalidad" y "su capacidad para distender los problemas".

Su deseo siempre fue que la fiesta a la que ha estado tradicionalmente ligada su familia (antes que ella su padre también había sido mayordomo) no se perdiera nunca. Su legado estará en cada cita por San Fabián y San Sebastián en el Paseo Alto.