La muerte de los jóvenes Vanesa Corchero y Santiago Cruz tras inhalar accidentalmente gases del tubo de escape de su coche, en una nave de Charca Musia el pasado domingo, ha pasado a engrosar la larga lista de fallecimientos violentos (accidentes, homicidios, suicidios...) que ya se registran en la provincia este año: 62 en total en la primera mitad del 2005. Pese a esto, la cifra se ha reducido de enero a julio en aproximadamente un 12% con respecto al mismo periodo del año anterior.

Así lo reflejan las actuaciones del servicio de patología del Instituto de Medicina Legal de Cáceres, cuyo director, José María Montero, indicó a EL PERIODICO que en el servicio "se ha detectado un descenso del volumen de fallecimientos, de los casos que estudiamos como muertes violentas o sospechosas".

Montero sitúa la disminución porcentual en aproximadamente el 12%, pero advierte de que se trata de una disminución a fecha 26 de julio, "lo que no quiere decir que a finales de año pueda alcanzarse la misma cifra que el año pasado, o incluso superarse, pues nos restan meses de alta siniestralidad, como son agosto o noviembre y diciembre".

En concreto, entre el 1 de enero y el pasado 26 de julio, los forenses del Instituto de Medicina Legal, de ámbito provincial y que cuenta desde el 1 de julio con un forense más, lo que significa actualmente una plantilla de 11 forenses, habían investigado 84 muertes. De éstas, 62 se han confirmado como muertes violentas y de las 22 restantes algunas se han calificado ya como muertes naturales o están pendientes aún de algún estudio.

De las 62 muertes violentas ya confirmadas, casi la mitad fueron víctimas de accidentes de tráfico, en concreto un total de 28. Por lo demás, entre las 62 muertes violentas registradas hasta finales de julio se contabilizaron 19 suicidios, 1 homicidio (el que se produjo la madrugada del día de Reyes en La Madrila) y 14 muertes accidentales, como intoxicaciones, caídas, precipitaciones, accidentes laborales...

SUICIDIOS Llama la atención el número de suicidios, "pues sigue siendo elevado", reconoció José María Montero, que estima que posiblemente a finales de año la cifra se disparará, "ya que faltan las épocas más duras en el tema de suicidios, en los que estadísticamente siempre se produce un repunte, que son agosto, la entrada del otoño y diciembre".

Además del examen de fallecidos, en el Instituto de Medicina Legal, que comenzó a funcionar el 27 de enero del 2004 --antes se contaba con el Instituto Anatómico Forense--, se realizan múltiples trabajos. Estos están relacionados con el reconocimiento de personas vivas en casos como lesiones en tráfico, agresiones, agresiones sexuales, valoraciones de estado mental, internamientos psiquiátricos e incapacidades laborales, entre otros.

"Todas estas actuaciones se realizan a petición de juzgados, pues el Instituto de Medicina Legal no puede practicar ninguna actuación si no hay una orden judicial o fiscal", señala su director. Este concreta que ellos nunca actúan de oficio en nada, "siempre actuamos porque hay un procedimiento judicial".

En el caso de estas actuaciones, en el instituto se han realizado en el primer semestre de este año un total de 1.991 reconocimientos a personas vivas (en el mismo periodo del año pasado se habían realizado 1.700), lo que refleja un claro aumento de la actividad de este instituto.

"Hay un aumento sustancial de la actividad de los médicos forenses del instituto, algo que se debe a la mayor litigiosidad, con la que existe una relación directa de nuestro trabajo, ya que si aumenta la litigiosidad, aumenta el trabajo en los juzgados y, en consecuencia, también se incrementa el del Instituto de Medicina Legal, que es un órgano central de ámbito provincial", concluye José María Montero.