La iglesia de la Preciosa Sangre recoge una muestra con 77 piezas vinculadas a los mantos de la Virgen de la Montaña. Ayer fue inaugurada por el cardenal arzobispo emérito Antonio María Rouco Varela, el teniente de alcalde de Cáceres, Valentín Pacheco y el mayordomo y vicemayordomo de la cofradía, Joaquín Floriano y Juan Carlos Fernández Rincón, respectivamente.

De los 134 mantos con los que cuenta la Virgen, se exponen 64, por problemas de espacio no se han podido añadir más, que constituyen, en palabras de Joaquín Floriano «los más reprentativos, lucidos y vistosos y, por supuesto, también, los más queridos» que tiene la cofradía. A ellos hay que sumar seis réplicas en miniatura y siete casullas, algunas de principios del siglo XX.

Floriano ha destacado que «cada uno» de estos mantos tiene «un valor incalculable», porque «independientemente de la tela o los bordados», están confeccionados por «el cariño y el sentimiento» de los cacereños.

Por su parte, Valentín Pacheco ha resaltado que muchos de estos mantos «son regalos» de los ciudadanos de la ciudad a su patrona, a la que «subimos a ver cada día, haga frío o calor, y que ha tenido la deferencia de venir a vernos».

El último en intervenir en el acto de inauguración fue el cardenal y arzobispo emérito Antonio María Rouco Varela, quien mencionó una frase del papa Juan Pablo II en su primer viaje a nuestro país, en 1962, mucho antes de ser elegido pontífice. Rouco Varela ha recordado que, en aquella ocasión, Karol Wojty?a «hablaba de España como tierra de María», algo que demostraba el fervor mariano de Cáceres en el Novenario. Esta fe, según el cardenal, «une mucho, no sólo a los que tienen devoción, sino a todos los que la invocamos cada día a lo largo de toda la Iglesia».

Antonio María Rouco Varela se ha interesado por la antigüedad y diferente procedencia de los mantos de la exposición, a la que ha deseado «mucho éxito». El cardenal se ha sorprendido de que los más antiguos se remonten al siglo XIX, pero la mayoría sean del siglo XX y XXI, lo que demuestra, en su opinión, que «la España contemporánea también es una España de fe». Además, ha destacado que los mantos expuestos son fruto del trabajo, en su inmensa mayoría, de las «abuelas, madres e hijas» de Cáceres.

Durante su intervención, Rouco Varela ha unido la figura de la Virgen con la de la mujer y la familia, que ha considerado pilares básicos de la civilización de Occidente. En este sentido, y como punto final a su intervención, el cardenal ha dicho que el éxito de la exposición lo es también «de la Virgen, de la mujer y de la familia de Cáceres».

La muestra que se inauguró ayer estará abierta al público durante todo el Novenario, hasta el próximo domingo, 5 de mayo. Al lado de cada manto, se puede leer un pequeño resumen con la historia del mismo, con datos de quién lo encargó, cómo se confecciónó y dónde o el motivo de la donación.