Juanra, por ti cariño". Con esta dedicatoria en los labios y algunas lágrimas difíciles de contener, la viuda del fotógrafo cacereño Juan Ramón Marchena, Luisa Harto, imprimió ayer su firma en el convenio por el que traspasa la propiedad del archivo fotográfico y bibliográfico del artista, fallecido hace cuatro años. "Encierra una pequeña historia de Cáceres y espero que sirva para todos los cacereños, que es lo que él quería", declaró.

El alcalde, José María Saponi, rubricó el convenio en representación del ayuntamiento y recordó que el acuerdo materializaba una idea que él mismo le había expuesto al propio Marchena hacía más de 11 años, de que pasara al ayuntamiento todo su archivo que él mismo denominaba de curiosidades , aunque el alcalde elevó ayer su categoría a "histórico". El PSOE recordó ayer que en 2003 pidió que no se perdiera el legado.

54.090 EUROS El convenio suscrito ayer culmina un largo proceso de negociaciones iniciado a la muerte del fotógrafo y supone el traspaso de 4.300 fotografías, casi 1.400 negativos, libros y publicaciones sobre Cáceres. El ayuntamiento ha pagado por este legado 54.090 euros y, además, se compromete a conservarlo con unos medios concretos, su digitalización, permitir el acceso al mismo por las personas interesadas y exhibir de forma permanente una parte del archivo.

Todo el material se trasladará a partir de septiembre al palacio de la Isla y se dedicará una sala de exposición permanente a Juan Ramón Marchena en el museo municipal, en la plaza de Publio Hurtado, que se remodelará. La sala estará en la segunda planta del edificio y albergará reproducciones de una selección de las fotografías más importantes, ya que las originales no pueden exponerse.

Aún se desconoce qué imágenes y cuántas se expondrán. La concejala de Cultura, Cristina Leirachá, concretó que se prevé que para finales de este año puedan exhibirse al público. En septiembre se realizará el traslado, para someter el material a un nuevo catálogo y reordenación antes de su exposición.

José María Saponi elogió la dedicación que tuvo el artista hacia su ciudad, de la que, dijo, "estaba profundamente enamorado". Marchena fue jefe de protocolo del ayuntamiento. Como tal asistió a muchos acontecimientos populares de la ciudad y los retrató. "Fue un funcionario sin límites ni horas y hoy es una figura histórica y querida para nosotros", valoró.

Luisa Harto reconoció que era "un momento muy emocionante". "Es lo que él quería y ésta --refiriéndose al ayuntamiento-- fue su casa, por eso es una satisfacción tremenda que todos los cacereños se puedan ilustrar con este archivo", concluyó.

Su sobrino Enrique Harto, representante de la familia y quien ha llevado a cabo todas las negociaciones, expresó asimismo el agradecimiento de toda la familia al ayuntamiento por "toda la colaboración que hemos encontrado" y la "enorme satisfacción" por ver cumplido "el último mandato de mi tío".