La alcaldesa, Elena Nevado, aseguró ayer que el mensaje que le trasladó el lunes el Ministerio de Medio Ambiente fue que el trasvase de Portaje no tiene ahora garantías técnicas y económicas de viabilidad. Apuntó que se han pedido informes al Ministerio de Fomento sobre la solución para que la conducción pase los ríos Tajo y Almonte y que en función de los mismos el Gobierno tomará una decisión sobre este trasvase, que se proyectó hace una década como la solución para abastecer de agua a la ciudad. Si al final se decide acabarlo, Nevado insistió en que para los cacereños sería «inasumible» afrontar su coste con cargo al recibo del agua. La alternativa de suministro seguirá siendo el bombeo del Almonte, que se puso en funcionamiento en 1992 como medida provisional. Retomar la idea de una presa en el Almonte, posibilidad que mencionó Nevado, chocaría contra la declaración de impacto ambiental de este río.