El ayuntamiento y los hosteleros afectados por los cierres de La Madrila se reúnen esta mañana, una semana después de que la Audiencia Provincial decretara el cierre de ocho establecimientos por ruidos a vecinos de la zona por excelencia de la movida cacereña. Aunque la alcaldesa, Elena Nevado, ya anticipó ayer que se trata de un asunto que está aún en los tribunales, sí se comprometió a "colaborar para que cuanto antes se pueda levantar la medida cautelar" solicitada por Cacereños Contra el Ruido mientras se resuelve la querella por un presunto delito de contaminación acústica contra 16 bares y otro de supuesta prevaricación medioambiental contra Heras, Jurado y López, del gobierno anterior.

Tras un fin de semana marcado por la normalidad y en el que las llamadas en las redes sociales a protestar en La Madrila no tuvieron respuesta, la situación parece ahora centrada en lo que pueda resolver el juzgado de instrucción número 6 tras las aclaraciones al auto solicitadas por los abogados de los ocho establecimientos ya clausurados por orden judicial.

Aunque cada local tiene que enfrentarse a una situación distinta --algunos han realizado ya reformas después de que se realizasen las mediciones que provocaron los cierres--, lo único que dejó claro ayer Nevado es que está dispuesta a "agilizar" los trámites para que los hosteleros hagan las reformas oportunas. "Desde el ayuntamiento les ofrecemos la máxima colaboración si están dispuestos a acometer las inversiones necesarias para adaptar sus locales a la normativa", subrayó.

Nevado también dejó claro que no se contemplan ayudas a los hosteleros afectados porque, dijo, "no somos financiadores de la iniciativa privada" e insistió en que al ayuntamiento le corresponde "tramitar las licencias y supervisar los proyectos" para que se puedan reabrir esos bares.

La alcaldesa calificó también de "ejemplar" el comportamiento de los ciudadanos durante el fin de semana "por el respeto", dijo, "a la decisión de los tribunales y a la convivencia".