Un hombre de 85 años, sin piernas, sin un brazo y con un solo dedo en la mano que le queda no alcanza la minusvalía suficiente para optar a la ayuda a la dependencia según la Consejería de Sanidad y Dependencia de la Junta de Extremadura, ya que se la denegado. El anciano, P. B. B., de Aliseda, ha presentado un recurso contencioso-administrativo contra la resolución administrativa de la consejería.

El hombre ha quedado viudo este año y sus hijos no viven con él. La única hija que podría atenderle vive en un pueblo de Alava. El abogado que le representa considera "un error" la baremación efectuada en el expediente. Según la consejería, su dependencia es del grado 2, nivel 1, mientras que el letrado entiende que se sitúa en el grado 3, nivel 1 o 2, lo que se denomina gran dependencia.

NO SE VALE POR SI MISMO Se entiende, y así se explica en el escrito del recurso, que al faltarle las dos piernas, un brazo y que de otro brazo solo tenga uno de los dedos, el anciano "no puede por sí mismo realizar ninguna de las tareas habituales en su vida y entorno por sí mismo, necesitando apoyo continuado de una tercera persona para todas las necesidades vitales", señala textualmente.

De hecho, según su abogado, el baremo del propio Real Decreto que regula las ayudas a la dependencia, considera como gran dependencia "cuando la persona necesita ayuda para realizar varias actividades básicas de la vida diaria varias veces al día y, por su pérdida total de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, necesita el apoyo indispensable y continuo de otra persona o tiene necesidades de apoyo generalizado para su autonomía personal".

Además del grado de minusvalía física que padece el anciano, este sufre un trastorno adaptativo, por lo que está sometido a un tratamiento farmacológico, según un informe médico que acompaña al recurso y que detalla claramente que el hombre, además de necesitar silla de ruedas para sus desplazamientos, "requiere ayuda" para el cuidado básico de las actividades de la vida diaria.

La Consejería de Sanidad y de la Dependencia, con la que este diario contactó ayer para que explicara la situación de este caso sin que se haya pronunciado al respecto todavía, ha denegado en dos ocasiones la ayuda, en la primera petición y en el recurso administrativo presentado para que se revisara el nivel de dependencia valorado. La vía contencioso-administrativa es su último recurso.